Confianza máxima. Sergio Rodríguez le anunciaba a Fermín, desde la distancia, que el siguiente en tirar iba a ser él. Y eso que Ramiro aún no había marcado para continuar la muerte súbita. El portero de Baños de Río Tobía asentía. Estaba con ganas. Previamente ya había detenido un penalti a Ángel. Y cuando Paredes falló, rápidamente emergió su figuar para gesticular y animar a la grada; estaba él para asumir la responsabilidad y erigirse en el protagonista del pase de la Unión Deportiva Logroñés a la tercera ronda de la Copa del Rey después de una tanda de penaltis agónica -se necesitaron 18 penas máximas- y 120 minutos tensos e intensos pero sin goles.
No se arrugó. Con un golpe casi impropio de un guardameta, engañó a Parra para lanzarse de rodillas junto al córner. Ahí le abrazaron compañeros, que fueron raudos a vitorearle, y aficionados que no se contuvieron y saltaron al césped. Más de dos minutos estuvo Fermín rodeado de gente, sin escuchar prácticamente nada, dejándose llevar por la euforia, por la emoción del momento... Era lo que tocaba. Cuando recuperó el pulso normal, es decir, cuando pudo respirar y empezar a pensar en lo que había hecho estuvo atento para buscar a Parra, darle la mano, y entonces comenzó a asimilar la proeza.
Fermín fue decisivo, pero Caneda evidenció que el estado de forma por el que atraviesa es para mencionarlo. Más apagados que en otras citas estuvieron los hombres de ataque, los que deben resolver la papeleta. Es como si la brillantez fueran menguando en una UDL con cambios que pese a incorporar caras nuevas se muestra más irregular -los rivales empiezan a saber cómo se las gasta el cuadro riojano-, menos consistente. Iván Aguilar debutó con el '9' a la espalda. Buenos movimientos y oportunidades para hacer gala de su fama. Tuvo una muy clara y la mandó al limbo. Al menos, tiró el quinto penalti de los suyos. Debía marcar... y lo hizo. Buena señal. Sin embargo, el que ejerció de '9' fue Fermín.
Que el envite era de entidad lo determinaba la alineación que compuso Sergio Rodríguez. Laterales (Miguel Santos y Paredes) y centro del campo (Salvador y Arnedo) repetían. También se unió, accidentalmente, Caneda que pasó de estar en la grada a ser titular en detrimento de Borja Gómez, con molestias durante el calentamiento. El resto sí fueron novedades respecto al choque ante el Barakaldo: Fermín bajo palos, Ramiro como central zurdo, Cifu y Germán Sáenz intercambiando los costados, mientras que Rayco e Iván Aguilar eran los referentes ofensivos, el primero por su movilidad y el segundo por su mayor presencia en el área.
Enfrente estaba un Unión Adarve que quería sorprender con números y demarcaciones extrañas: por ejemplo, el 2 como centrocampista, el 11 era el lateral derecho… Aspecto a todas luces anecdótico. La UDL intentó adueñarse del esférico, pero los pupilos de Víctor Cea no renunciaban a ello cuando podían aunque prefería incidir en el envío sobre su delantero Héctor. De todas maneras, los madrileños eran un poco anárquicos en ataque, con intercambio de posiciones constantes, salvo el zurdo Gianni.
SIN CONEXIÓN
En el conjunto riojano faltaba, como sucedió en Lasesarre, conexión entre líneas. Así no extrañó que Ramiro, Caneda o el propio Fermín fueran lanzadores buscando la espalda de la defensa madrileña. Una idea perfectamente ejecutada ante el Vitoria, y que dio sus frutos, pero que no pilló desprevenida a la zaga visitante. Con esta dinámica y excesivo centrocampismo, las áreas parecían zonas prohibidas. A la UDL le costaba llegar –lo más peligroso fue un despeje envenenado que atrapó Parra con un giro acrobático-, mientras que el Unión Adarve amenazó con una serie de saques de esquina, uno de ellos muy cerrado y con mala idea.
El tiempo pasaba sin que los porteros tuvieran que tocar la pelota con las manos. Se acusaba cierto respeto en ambos bandos hasta que se engancharon varias acciones. Germán Sáenz –más activo que en otras citas- la ponía con elegancia desde la derecha y Cifu remataba mansamente. Jugada respondida por Héctor, con una buena maniobra dentro del área para girarse y buscar el tiro cruzado. Se fue lamiendo el palo.
Paso por los vestuarios para refrescar ideas. Le vino mejor el parón al cuadro blanquirrojo, que en la primera acción pudo adelantarse en el marcador. Balón largo de Paredes sobre Iván Aguilar y el malagueño, con todo a favor, envía muy cruzado. Podía haber sido una gran ocasión para que un ‘9’ entre con buen pie en Las Gaunas.
Que la UDL necesitaba amasar más las jugadas era necesario, así que Sergio Rodríguez movió ficha rápidamente dando entrada a Muneta por Cifu y a Ñoño por Germán Sáenz. Asistencia y desborde. El problema quizá estuvo en que el nerviosismo, fuera y dentro del campo, aumentó debido a constantes fueras de juego en los que incurrió el equipo local, así como en el juego más brusco, probablemente por la permisividad arbitral, que se impuso.
En este sentido, las sustituciones no surtían efecto pese a que contar con el extremo andaluz siempre es un peligro y que el centrocampista vasco la puede liar en cualquier momento. Cierto que la UDL buscaba la llegada por las bandas, pero cuando lo lograba Miguel Santos no estuvo fino con sus envíos. El Unión Adarve, por su parte, apelaba por dormir el choque, protestar todas las jugadas y aprovechar alguna acción a balón parado o algún despiste defensivo de los logroñeses.
La emoción por el marcador y las continuas protestas fueron encendiendo los ánimos. Así, el árbitro dejó hacer y obvió las segundas amarillas para Paredes, por protestar, para Ángel, por falta sobre Ñoño, y para Fran, por simular penalti. La prórroga era un hecho.
Y los madrileños confirmaron que no venían a Logroño de farol. Tiro desde la frontal de Mateo, Fermín la deja a un metro y Héctor, ante la salida desesperada del portero de Baños de Río Tobía, no atina a poner el balón entre los tres palos. La advertencia fue seria, así que la UDL retomó el mando de las operaciones, aunque a la contra incomoda un Unión Adarve que obligaba a Caneda a multiplicarse para tapar los errores defensivos que se fueron advirtiendo con el paso de los minutos.
Tuvo unos buenos minutos la UDL cuando encadenó tres oportunidades de gol. Primero Miguel Santos irrumpió por su perfil para toparse con la salida de Parra. Acto seguido fue Iván Aguilar el que vio el camino, levantó la cabeza y la puso atrás; Rayco no llegó y el cuero le vino a Ñoño, pero el extremo chutó al medio para el lucimiento del portero madrileño. Sin respiro, era Salvador, a continuación, el que ponía a prueba los reflejos de Parra.
Sergio Rodríguez agotaba los cambios, justo antes del término de la primera mitad de la prórroga, al retirar a Rayco y dar la recta final del choque a Marcos André. El duelo estuvo algo loco, como era lógico. El control pertenecía a los blanquirrojos que tuvieron una última oportunidad para evitar los penaltis, pero Parra metió una buena mano al tiro de Ñoño.
Los once metros iban a decidir. Así sucedió. Pleno de aciertos en los cinco de cada equipos. Ñoño y Muneta se sacaron la espinita tras fallar ante el Vitoria. Salvador convenció con su lanzamiento. Marcos André no dudó e Iván Aguilar asumió los galones. Llegaba el momento de la muerte súbita. Miguel Santos la volvía a poner en la escuadra, como hiciera ante el UCAM Murcia hace dos campañas en la misma portería. Momento para que Fermín atajara el tiro de Ángel. Marcos André, entre otros, corrió a por su compañero. Se montó el lío en los banquillos. Más que palabras entre los componentes del cuerpo técnico y juego de miradas entre Paredes y Parra, cual boxeadores antes de un combate. Un minuto largo 'charlando'. El tiempo iba en contra del lateral. Más cosas que pensar y opciones para el portero. Exacto. Vuelo perfecto de Parra y, de nuevo tablas. Ramiro prolongaba la agonía. Llegaba Jacobo y la mandó casi fuera del estadio. Una salvajada de lanzamiento. Ni pintada la oportunidad para Fermín, que cogía la pelota. Golpeo con la derecha y a un lado. Gol. Lo demás quedará en la memoria de los aficionados.
Este viernes será el sorteo de la tercer ronda y en el bombo habrá 10 equipos de Segunda, que se enfrentarán entre ellos, 12 de Segunda B (Olot, Fuenlabrada, Ponferradina, Talavera, Formentera, Lleida, Murcia, UD Logroñés, Cartagena, Hércules, Gimnástica Segoviana y Elche) y uno de Tercera (Calahorra), que quedarán emparejados de tal manera que habrá uno exento. Cualquiera de los 13 últimos puede ser salvo Hércules y Fuenlabrada, se libraron de la primera ronda, y Formentera, no ha jugado esta semana. Así que tanto UDL como Calahorra podrían meterse ya en dieciseisavos y toparse con un conjunto de Primera que juega en Europa..
FICHA TÉCNICA
UD Logroñés: Fermín; Miguel Santos, Caneda, Ramiro, Paredes; Germán Sáenz, Salvador, Arnedo, Cifu (Muneta, min. 52); Rayco (Marcos André, min. 104) e Iván Aguilar.
Unión Adarve: Parra; Ángel, More, Juanma, Cadete; Mateo, Olmedo, Jesús, Gianni (Fran, min. 64); Adrián (Jacobo, min. 114) y Héctor (Darío, min. 99).
Goles: No hubo.
Penaltis: More, gol. Ñoño, gol. Olmedo, gol. Muneta, gol. Jesús, gol. Salvador, gol. Mateo, gol. Marcos André, gol. Fran, gol. Iván Aguilar, gol. Darío, gol. Miguel Santos, gol. Ángel, para Fermín. Paredes, para Parra. Juanma, gol. Ramiro, gol. Jacobo, fuera. Fermín, gol.
Árbitro: Xabier Gómez Landazabal (Colegio Vasco). Amonestó a los locales Caneda (min. 7), Paredes (min. 66), Fermín (min. 83) y Salvador (min. 101) y a los visitantes Gianni (min. 35), Ángel (min. 78), Fran (min. 83), Héctor (min. 83) y Mateo (min. 116).
Incidencias: Unos 2.200 espectadores en Las Gaunas en el partido de la segunda ronda de la Copa del Rey.