El Liverpool tendrá que devolver 31.5 millones de libras (cerca de 40 millones) que debe a la banca en poco más de un año si no quiere verse obligado a vender al español Fernando Torres y al holandés Ryan Babel.
Según el diario “The Times”, Liverpool pidió prestado ese dinero para fichar a Torres
, el ex jugador del Atlético de Madrid que lleva ya marcados treinta goles esta temporada y ha superado todas las expectativas, según el entrenador del equipo, el también español Rafael Benítez.
El club refinanció la deuda contraída el 25 de enero, al mismo tiempo que se aseguraba un paquete de refinanciación del orden de 350 millones de libras (437.5 millones de euros).
El Liverpool firmó un préstamo de 18 meses a un interés del 9 por ciento -2.8 millones de libras (3.5 millones de euros al año al cambio actual)- con una letra de crédito para devolver los 31.5 millones de libras al final de ese plazo.
En el caso de que el Liverpool se muestre incapaz de devolver o refinanciar ese préstamo, los bancos podrían obligarle a vender a Torres y a Babel, incluido también en el paquete de refinanciación, señala el periódico.
Según “The Times”, es raro que los clubes de la Premier League compren así a sus jugadores puesto que lo más normal es que utilizan para ello los ingresos por la venta de derechos a la televisión.
El Liverpool tiene que abonar 30 millones de libras (37.5 millones de euros) al año en intereses por el crédito contraído de 350 millones de libras.
Esas revelaciones se producen un día después del alboroto creado por una entrevista del copropietario del club Tom Hinks en la que atacó a sus enemigos internos y externos, dice el periódico.
Hinks tiene sólo seis semanas para lograr el dinero que necesita para realizar su objetivo de hacerse con todo el club.
En la entrevista, Hicks se quejó de que no funciona la copropiedad del Liverpool con George Gillett Jr, por lo que está intentando conseguir el dinero que necesita para comprarle a este último su parte del 50 por ciento.
Ello le permitirá “resolver toda la estructura financiera” del Liverpool y construir además un nuevo estadio en Stanley Park con capacidad para 70.000 espectadores.
Gillett respondió la pasada noche a los ataques de Hinks con una declaración en la que acusaba a éste de desestabilizar al club.
“Me entristece este explosión de cólera de Tom Hicks. Si Tom quisiera una discusión seria de los asuntos pendientes para ayudar al club, debería exponer sus opiniones ante el consejo”, afirmó el copropietario, quien aseguró que no le venderá a aquél su parte.
Hicks ha negado mientras tanto algunos rumores que han circulado por la City de Londres en el sentido de que se está viendo presionado para refinanciar su grupo Hicks Sport, que tiene participaciones en varias franquicias en Estados Unidos.
Pero se aproxima la fecha en que tendrá que decidir si compra la parte de Gillett, codiciada también por el fondo de inversión “Dubai International Capital” (DIC).
Según el acuerdo que firmaron hace catorce meses, tanto Hicks como Gillett tienen derecho de tanteo sobre la parte del otro socio,
pero esa opción vence tres meses después de que Hicks fuese informado de la oferta de 200 millones de libras (250 millones de euros) que hizo el fondo de Dubai a Gillett.
Ello ocurrió el 27 de febrero, por lo que la fecha límite es el próximo 27 de mayo, seis días después de la final de la Champions League, en Moscú.
Según Hicks, si logra hacerse con la totalidad del capital del Liverpool, prolongará un año el contrato del entrenador, Benítez.