Francia en alerta máxima por el ataque a un colegio judío

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El ministro francés del Interior, Claude Guéant, reconoció hoy que no se ha avanzado mucho en la investigación de los cuatro asesinatos en una escuela judía ayer en Toulouse, pero indicó que uno de los testigos de la matanza vio que el asesino llevaba una cámara colgada del cuello.

En una entrevista a la emisora de radio “Europe 1”, Guéant contó que el asesino tenía una cámara que le colgaba del cuello y ajustada en el pecho: “no sé si filmaba todo, pero le vieron ese aparato”. También dijo que con la matanza de ayer “hemos llegado a la cumbre de la barbarie”.

En una entrevista a la cadena de televisión “France 2” el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, subrayó hoy que su Gobierno va a poner “todos los medios posibles e imaginables” para encontrar al hombre que ayer mató a tres niños y un adulto en la escuela judía Ozar Hatorah, de Toulouse, en el sur de Francia.

“Lo encontraremos, lo llevaremos ante la justicia y será castigado”, aseguró Juppé, que subrayó que “la investigación está en marcha” aunque no quiso avanzar “pistas prematuras”, y se limitó a subrayar que “todas se examinan”.

Consideró “natural” que la campaña para los comicios presidenciales de abril-mayo haya sido suspendida y señaló que esa situación durará al menos hasta mañana, miércoles, cuando están previstos los funerales de los tres militares asesinados la semana pasada en Toulouse y en la vecina Montauban, hechos que se relacionan con el atentado en la escuela judía.

Juppé criticó al candidato centrista a la presidencia, François Bayrou, que vinculó esos sucesos con el aumento de la violencia en la sociedad francesa: “no tratemos de sacar partido de este drama que no tiene nada que ver con la campaña electoral”.

Según “Libération”, los investigadores manejan sobre el perfil del asesino dos hipótesis: la primera que sea un militar de extrema derecha o un miembro de un grupúsculo neonazi y la segunda que se trate de un activista vinculado al integrismo islámico.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, decidió ayer elevar al máximo nivel el plan antiterrorista en la región de Toulouse, donde dos centenares de investigadores se dedican a la busca y captura del que algunos llaman “el asesino de la moto”.

Se ha incrementado la vigilancia en las escuelas judías y musulmanas, en los centros de culto y comercios vinculados a esas dos religiones, pero también en instalaciones militares, estaciones, el aeropuerto de Toulouse o el metro de la ciudad.

Varias decenas de destacamentos de antidisturbios, lo que supone unos 1.500 agentes, se han trasladado a la región de Toulouse o deben llegar para participar al dispositivo.

Sarkozy participa esta mañana en una escuela de París en el minuto de silencio que se va a guardar en todos los centros escolares a las 11.00 locales (10.00 GMT).

Poco después de mediodía, el jefe del Estado recibirá en el Palacio del Elíseo juntos a los máximos representantes judíos y musulmanes de Francia.

Los cuerpos de los cuatro muertos de ayer, un profesor-rabino de la escuela con sus dos hijos y la hija del director del centro, todos ellos con doble nacionalidad francesa e israelí, deben ser repatriados a Israel para ser enterrados en Jerusalén, confirmó hoy en la emisora “France Info” el gran rabino de Francia, Gilles Bernheim.