Greenpeace entra en la central nuclear de Cofrentes

Rioja2

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La cruzada de la organización ecologista Greenpeace contra las centrales nucleares continúa con nuevas acciones. En esta ocasión la actuación de los ecologistas ha ido dirigida contra la central nuclear de Cofrentes, en Valencia, donde unos veite activistas han entrado para reclamar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al gobierno que no se renueve el permiso de explotación de la central, que vence el próximo 19 de marzo, y se proceda a su cierre definitivo.

Según ha informado a Europa Press el responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, seis escaladores se han encaramado a la torre de refrigeración de la central nuclear, de 125 metros de altura, con la intención de realizar una pintada con el mensaje Peligro nuclear.

Además, otro grupo de activistas ha desplegado una pancarta con el lema Cofrentes: cierre ya. “Tras esta acción de protesta pacífica ha quedado demostrada la falta de seguridad de Cofrentes, por lo que Greenpeace pide el cierre de la central”, ha apostillado.

Bravo ha advertido de que “las centrales nucleares son instalaciones de alto riesgo, no solo por basarse en una tecnología peligrosa, sino también por ser, como reconocen abiertamente las agencias de inteligencia de todo el mundo, objetivo potencial de ataques terroristas”.

Por ello, mediante un comunicado, Greenpeace demanda al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que “apueste por un modelo energético verdaderamente seguro” y le pide que “cumpla el compromiso de su partido de poner en marcha un plan de cierre de las centrales nucleares, así como de potenciar las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética”.

Por último, Greenpeace incide en que la central nuclear de Cofrentes es una instalación “peligrosa” que “cuenta con un interminable listado de fallos y de problemas de seguridad sin resolver, lo que evidencia el agotamiento de su vida útil”.

Por su parte, la central nuclear de Cofrentes ha declarado la Alerta de Emergencia, de acuerdo con su Plan de Emergencia Interior, ante esta acción de protesta, mientras que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha activado su organización de respuesta a emergencias, según ha informado la central en un comunicado.

La organización de respuesta a emergencias del CSN implica la constitución su Sala de Emergencias (SALEM) y el mantenimiento de una continua comunicación de la misma con el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del gobierno en Valencia.

La central continúa funcionando en condiciones estables

y con todos los sistemas de seguridad disponibles. Algunos activistas permanecen en la zona de las torres de refrigeración de la planta, controlados por las fuerzas de seguridad aunque no han accedido a las zonas vitales de la instalación, según las mismas fuentes. El CSN también ha informado de que un vigilante de seguridad de la central nuclear ha resultado herido leve y otros dos han sufrido contusiones durante la acción de protesta.