La ciudad conocida como 'Valle del Sol' ha quedado cubierta por una nube que desde la distancia parece una inmensa columna de humo. Según los canales ABC15 los fuertes vientos de hasta 100 km/h han empujado la nube de arena hasta la capital de Arizona, donde a última hora de la tarde del martes se podía divisir un frente gris que se cernía sobre los edificios de la ciudad.
En pocos minutos, aún sin haber anochecido, la oscuridad se hizo sobre Phoenix donde la capa de polvo se ha depositado sobre vehículos, aceras, arbolado y mobiliario urbano. La escasa visibilidad ha obligado a las autoridades a lanzar mensajes por radio y televisión para que la ciudadanía extreme la precaución. En las carreteras que circunvalan Phoenix, los paneles de tráfico advierten de la necesidad de reducir la velocidad y prestar atención al resto de vehículos. Por otro lado, los fuertes vientos han retrasado y cancelado las conexiones aéreas con la capital del estado, donde de madrugada se produjo un apagón generalizado, aunque no ha habido víctimas ni tampoco daños en las viviendas.
El desierto de Arizona ha tomado durante varias horas el entorno de Phoenix dificultando incluso caminar por las calles de una ciudad que alcanza el millón y medio de habitantes. Algunos barrios quedaron desiertos ante la fuerza del viento y la cantidad de arena que desplazaba.