El informe definitivo de la autopsia del hostelero de Cuzcurrita Guillermo Castillo indica que “agonizó durante varias horas” tras recibir, sobre todo, golpes y patadas en la cabeza. La causa principal de la muerte es “un traumatismo craneoencefálico severo” y destaca la “vulnerabilidad de la víctima y la indefensión”.
En concreto, los médicos forenses que han intervenido este viernes en el juicio contra las dos personas acusadas por este asesinato, han informado de que a pesar de la vulnerabilidad de la víctima -que tenía 78 años en el momento de los hechos- intentó, como pudo, defenderse de las agresiones pero la “disminución del nivel de conciencia tras los golpes incrementó todavía más su dificultad de defensa”.
Si, además, “son dos personas las atacantes, la indefensión y vulnerabilidad son todavía superiores”, han apuntado. Tras la lectura del informe, descartan “con alta probabilidad” el uso de arma blanca en el crimen o de otros elementos contudentes para golpear a la víctima.
A preguntas de la Fiscalía, los forenses han explicado que la muerte se acota entre las 03,00 y las 07,00 horas de la madrugada del 2 de mayo mientras que las múltiples agresiones se dieron sobre la 01,00. Según han destacado, los agresores se ensañaron con la víctima, ya que su cuerpo presentaba un mínimo de 9 lesiones sangrantes, sobre todo, en la zona de la cabeza. Una zona en la que el “riesgo de muerte al golpear es muy alto”, han explicado.
Resaltan del cuerpo de la víctima la presencia de una hemorragia intracraneal muy importante, traumatismos, múltiples lesiones y golpes de elevada intensidad “por otras partes del cuerpo”. En la interpretación de los resultados, los expertos han relatado también que, tras los análisis, “no se obtiene un perfil genético más allá del de la víctima”.
El testigo protegido no ha sido localizado
Después de que se haya informado que el testigo protegido no ha sido localizado, la sesión de este viernes ha comenzado con la petición de las defensas de los dos acusados de solicitar “la nulidad total” de la declaración del testigo protegido, es decir, que “la prueba no se tuviera en cuenta y no pudiera ser reproducida”. Sin embargo, el juez ha rechazado este petición al entender “que puede ser estimado como medio de prueba válida”.
“Si se acuerda la llana lectura de la declaración judicial de este testigo protegido sería indefensión para los acusados”, ha justificado la abogada de C.S.R, porque “nadie ha comprobado la credibilidad del mismo, ni se ha estudiado ni valorado. No podemos dar por válida esta declaración de este testigo”.
Sin embargo, al ser rechazada esta petición, se ha procedido a la lectura de la declaración que ofreció este testigo protegido el 28 de agosto de 2023. En esas frases sueltas, y en referencia al crimen de Cuzcurrita, ese testigo protegido declaró que “conocía al chaval que hizo eso” y dice: “Se levantó 'blanco' perdido y me dijo que por la noche habían ido a casa de uno, se ensañaron con él y cuando se despertó vio en las noticias de Google que había muerto”.
La letrada ha leído (en referencia siempre a la declaración del testigo protegido) que ese día el acusado C.S.R. le dijo -todo frases sueltas- “que fue con otro. Que no sabe si tenía heridas en los nudillos. No me explicó más. Solo que se había ensañado con una persona y que estaba muerto”.
También señalaba que C.S.R “conocía al fallecido porque había trabajado con él hace muchos años”, y que “en su casa tendría 50.000 o 60.000 euros aunque finalmente se repartieron unos 200 euros cada uno”. Según declaró, el acusado le dijo también que “era un bodeguero que tenía mucha pasta en la casa. Que no fue solo. Que fueron dos” pero dijo no saber “quién era el otro”.