La delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, ha afirmado este jueves que los agentes policiales “están utilizando todas las herramientas de las que disponen a su alcance” (que pueden conllevar sanciones administrativas) ante la problemática del botellón en el entorno del Ebro los fines de semana pero insiste en que “no hay justificación para disolver la concentración de personas”.
En este sentido, ha indicado, “no es un problema de solución policial sino de una profunda reflexión social”.
Marrodán ha expresado así su opinión tras las declaraciones de ayer del sector hostelero y del ocio nocturno en las que anunciaron estudiar presentar acciones judiciales “por la dejadez o inacción” de la Delegación del Gobierno ante los botellones que se producen el fin de semana.
Ante ello, la delegada entiende “perfectamente” la situación “de cansancio y preocupación del sector hostelero y del ocio nocturno en particular” pero el problema del botellón en Logroño es “una cuestión diferente, muy compleja de abordar” y reivindica el trabajo policial que se realiza en la ciudad.
Además, la delegada del Gobierno ha querido trasladar a la ciudadanía que la Policía Nacional y Local trabajan de forma coordinada en este asunto “y, aunque siempre hay margen de mejora, seguimos dialogando constantemente para abodar esta situación que es muy compleja”.
“Como dije el pasado lunes es un fenómeno complejísimo de abordar por muchas causas. Estamos en un verano con unas condicionantes diferentes, los jovenes socializan pero la solución no es policial”, ha indicado.
Con respecto a la posibilidad de que se tomen acciones legales personales, la delegada ha asegurado que “todo el mundo tiene derecho a reclamar judicialmente lo que considere oportuno pero defiendo que se está trabajando con todas las herramientas a nuestro alcance e insisto son diferentes los botellones y el sector del ocio nocturno”.
Aún así, la delegada ha afirmado que “el problema existe” y “la prohibición es el consumo de alcohol en la vía pública”. Una situación que “puede conllevar a que nosotros trabajemos en reforzar esa coordinación para asegurar que se interviene lo mejor posible pero la realidad es que se pueden dar cumplimientos adminsitrativos por beber en vía pública pero no cabe la disolución de un grupo de personas porque no hay limitación en la reunión”.
“La solución no es disolver pero se podrá reforzar la vigilancia para comprobar que se cumplen las medidas sanitarias y garantizar que la ordenanza anti botellón se cumple”, ha insistido.
“Nosotros reforzaremos el control policial pero la solución si fuera sencilla y si alguien la tuviera clara se haría. No es un problema específico de esta ciudad”, ha continuado.
“Se puede incrementar la presencia en esas zonas para que no haya incumplimiento de las restricciones. Estar lo más pendientes y coordinados posibles”, ha finalizado.