La Fundación Cáritas Chavicar ha atendido a 835 jóvenes desde la creación, en enero de 2014, del Servicio de Orientación Sociolaboral para Jóvenes. Enn concreto este año ha prestado asistencia a 655 personas, de las que 55 han encontrado un empleo.
En sus casi dos años de duración, el programa, que cuenta con el apoyo económico de Bankia y del Programa Operativo del Fondo Social Europeo a través de Cáritas Española, ha permitido que 119 jóvenes participen en diferentes acciones formativas, ha gestionado 565 currículos y ha logrado que 96 participantes accedan a un empleo.
Con esta iniciativa, Fundación Cáritas Chavicar ha respondido a las necesidades de un colectivo que cada vez acudía en mayor número a sus servicios de orientación sociolaboral y cuyas necesidades para acceder a un puesto de trabajo requerían unas atenciones específicas.
En este segundo año, el servicio se ha superado en datos cuantitativos y cualitativos: 655 personas atendidas, más de 2.000 seguimientos, 64 participantes en acciones formativas, 410 derivaciones a ofertas y un 8,40% de tasa de colocación (55 jóvenes encontraron un empleo).
PERFIL DE LOS PARTICIPANTES
De los 655 jóvenes atendidos en 2015, un 67% eran de continuidad, es decir, jóvenes que comenzaron su atención en 2014. Por sexo, el 53% eran mujeres (348) y el 47%, hombres (307). Por nacionalidad, un 57% eran españoles (374) y un 43%, extranjeros (281). Por rango de edad, el 1,40% tenían entre 18 y 20 años; el 25,20% entre 21 y 24 años; el 43,40%, entre 25 y 29 años; y el 30%, entre 30 y 35 años.
Por cualificación formativa, un 34% contaba con estudios primarios; un 37%, con estudios secundarios; un 19%, con estudios de ciclos formativos; y un 10%, con estudios universitarios.
LÍNEAS DE ACTUACIÓN
Desde el inicio del programa, Fundación Cáritas Chavicar planteó dos líneas de actuación muy específicas. Por un lado, la orientación y mediación laboral. El personal acompañaba y realizaba un seguimiento individualizado de cada joven, derivándole a las ofertas de empleo más acordes a su perfil.
Por otro lado, observado el “desánimo” existente entre los participantes por el panorama laboral, la entidad desarrolló un taller formativo de habilidades sociales bajo los parámetros de la resiliencia. Es decir, los profesionales trabajaban con los jóvenes aquellos elementos personales y psicológicos que obstaculizaban o dificultaban la búsqueda de empleo.