El Papa Benedicto XVI ha reirterado su rechazo hacia los matrimonios entre homosexuales, declarando durante un discurso ante diplomáticos de todo el mundo que las leyes y proyectos de ley para legalizar matrimonios entre personas del mismo sexo “atentan contra el fundamento biológico de la diferencia entre los sexos”.
A pesar de que el tema en torno al cual giraba la reunión era el cambio climático, el Pontífice criticó las medidas en favor de los matrimonios homosexuales, afirmando que “amenazan a la creación, tanto como el cambio climático”. Especificó que su crítica versaba sobre “países europeos o del continente americano”.
En respuesta a estas declaraciones, algunas comunidades nacionales de homosexuales ya se han pronunciado, como la Comunidad Homosexual Argentina [CHA], que ha pedido al Vaticano que respete “como cualquier institución religiosa” las leyes civiles de cada país, que garanticen “un estado laico para construir una democracia real y defender los derechos humanos de todos”.
La CHA ha destacado en su comunicado que considera “vergonzoso e indigno” que en Argentina parejas del mismo sexo “tengan que judicializar” el derecho al matrimonio y quedar como “rehenes de las decisiones de jueces y juezas que con argumentos administrativos niegan el derecho al casamiento discriminando a las parejas por su orientación sexual”. También ratificaron la necesidad de que el Congreso “modifique la Ley de Matrimonio” para que las parejas homosexuales puedan casarse sin tener que judicializar su caso.