La luz que según el ministro de Economía, Cristóbal Montoro, “estamos viendo al final del túnel” sigue siendo demasiado tenue e inexistente para una gran mayoría. Varios informes hechos públicos en los últimos días, nos recuerdan que muchos niños en España, y en La Rioja, viven en situación de riesgo de pobreza. Y seis de las diez comunidades con mayor riesgo de pobreza infantil, entre las que se encuentra La Rioja, han decidido no abrir los centros educativos durante los meses de verano.
Hace unos días, el presidente de Unicef-La Rioja, Juan Carlos Castroviejo, se reunió con la alcaldesa de Logroño Cuca Gamarra. Un encuentro en el presidente de Unicef La Rioja entregó a Gamarra un informe que no dejaba en muy buen lugar a La Rioja. La pobreza infantil en esta comunidad se sitúa por encima de la media nacional, un 33% frente al 27,5% de media nacional.
La solución que Logroño aporta para los niños que están en esta situación es repartir tarteras durante los meses de verano para “que se puedan alimentar adecuadamente como consecuencia de la mala situación económica de su familia”, decía Cuca Gamarra.
Por su parte el presidente riojano, Pedro Sanz, y a pesar de la tozudez de las cifras, sigue firme en su idea de no abrir los comedores escolares durante el verano. La razón, que aquí “la situación no es tan grave” pese a estar por encima de la media. Es más, Sanz justificó su negativa porque según dijo “su función no es para eso”. Además, añadió, “evitaríamos situaciones incómodas, en un pueblo pequeño, al mandar a unos niños al comedor y a otros no, estaríamos marcando a unos pequeños frente a otros, se generarían situación de desigualdad y discriminación”.
El presidente riojano considera que ya existen “ayudas perfectamente clasificadas y definidas, con formas más discretas y prudentes, sin señalar a nadie” resguardándose además en que los fondos específicos regionales ya cubren los casos de extrema gravedad.
En otras comunidades de España la decisión adoptada es bien distinta. Es el caso de Canarias, Andalucía o Cataluña, regiones en las que los colegios abrirán seis horas al día y ofrecerán además servicios lúdicos y apoyo al inglés.