La subida del precio del abono químico, a consecuencia del alza en el precio del petróleo, ha abierto un hueco en el mercado agrícola al abono orgánico procedente del compost de champiñón y seta, un nuevo producto que se fabrica en la planta de Pradejón y que cada día “está teniendo una mejor aceptación”.
Según explica el presidente de la Asociación de Cultivadores de Champiñón de La Rioja, Navarra y Aragón, José Antonio Jiménez, se trata de un abono natural que, a diferencia del químico, aporta un 50 por ciento de materia orgánica y es más económico.
En principio, este nuevo abono se comercializa en fresco, aunque la previsión es que en la primavera de este año salga al mercado el abono orgánico “peletizado”, que es un sistema de moldeado (en forma de corcho) para el que ha sido pensada esta nueva línea de elaboración, con el fin de comercializarlo fuera de La Rioja.
El “peletizado” permitirá a los agricultores disponer de un abono que, además de tener mayor riqueza en materia orgánica, se podrá aplicar con facilidad desde la maquinaria agrícola.
La línea de fabricación se puso en funcionamiento en septiembre de 2011 en Pradejón -principal zona productora de champiñón en La Rioja-, con una inversión superior a los 500.000 euros.
Actualmente, la planta es la primera línea de producción de España de elaboración de abonado natural para usos agrarios, explica Jiménez.
El presidente de la Asociación de Productores de Champiñón recuerda que este proyecto surgió tras el cierre de los vertederos, que obligó a las plantas de champiñón a dar una salida al sustrato del compost que utilizan para este cultivo, del que actualmente se generan unas 250.000 toneladas al año en La Rioja, que es la primera zona productora de champiñón de España. EFE.
Tras cinco meses en funcionamiento del nuevo producto, del que en la actual campaña 2011-2012 se prevén fabricar 160.000 toneladas, Jiménez reitera que la salida que se le está dando al producto es “más que aceptable”, aunque en principio se está comercializando en fresco y en formato semicompacto en La Rioja, Navarra y Aragón.
Porque el 70 por ciento del compost de champiñón que se genera en las champiñoneras riojananas se destina ya a esta planta para la elaboración del nuevo producto.
Jiménez explica también que la rentabilidad de la planta vendrá con el tiempo, ya que, aunque también está pensada para ello, el problema de dar salida a los desechos del compost de champiñón se ha resuelto.