El presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, ha destacado que, según el estudio sobre la violencia en el deporte realizado por la Universidad de La Rioja a instancias de la Consejería de Políticas Sociales, “el deporte riojano goza de buena salud”, dado que las conductas violentas se concentran en el 2,72 por ciento de los encuentros.
No obstante, aboga por la “implicación” y el “compromiso” de todos, Administración federaciones, clubes, colegios, medios de comunicación, padres para “desterrar de las canchas cualquier expresión de violencia física o verbal y cualquier acción que vaya en contra de la dignidad de las personas”.
Ceniceros ha realizado estas declaraciones en la presentación del 'Análisis de la violencia en el deporte en La Rioja', que revisa y cuantifica las actas de casi 70.000 encuentros deportivos, celebrados en la comunidad autónoma en las últimas 5 temporadas completas (2011-2016) y organizados por las 34 federaciones y 6 delegaciones deportivas en todas las categorías (prebenjamín, benjamín, alevín, infantil, cadete, juvenil y senior, en sus modalidades femenino, masculino y mixto).
En su intervención, el presidente del Ejecutivo riojano ha agradecido a la catedrática en Ciencias de la Educación de la UR y directora del grupo de investigación que ha elaborado el estudio, Ana Ponce de León, y a todo su equipo el trabajo realizado, “pionero en La Rioja”, así como las recomendaciones que realiza.
Entre esta recomendaciones, Ceniceros ha destacado la necesidad, por un lado, de que las diferentes federaciones deportivas realicen un seguimiento exhaustivo de las conductas violentas y, por otro, establezcan protocolos de actuación para gestionar estas situaciones además de continuar realizando labores de sensibilización para prevenir la violencia y favorecer la práctica de un deporte limpio.
En este sentido, ha recordado que el Gobierno de la Rioja continuará promoviendo las campañas de juego limpio o los decálogos de buenas prácticas deportivas, y ha recordado que la Ley del Deporte recoge como infracciones muy graves, entre otras, las declaraciones públicas de deportistas, técnicos, entrenadores, jueces, árbitros, directivos o del resto de colectivos del deporte que inciten a los equipos o a los espectadores a la violencia.
De la cuantificación y análisis de las manifestaciones violentas registradas, el estudio señala que el 90,81 por ciento de los encuentros no registró ninguna conducta violenta y solo se han registrado este tipo de situaciones en 5 de las 36 actividades deportivas estudiadas.
Entre fútbol y fútbol sala aglutinan casi la totalidad de conductas violentas registradas (99,4 por ciento), el 90,1 por ciento en fútbol y el 9,3 por ciento en fútbol sala. Las otras prácticas deportivas que identifican algún acto violento son balonmano (0,4 por ciento), baloncesto (0,1 por ciento) y rugby (0,1 por ciento).
El 43,70 por ciento de los encuentros analizados de fútbol y el 32,47 por ciento de los de fútbol sala registran conductas violentas, frente al 5,92 por ciento de los de rugby, el 4,85 por ciento de los de balonmano y el 0,23 por ciento de los de baloncesto.
En este sentido, cabe destacar que más de la mitad de las conductas violentas registradas (el 54,68 por ciento) se concentran en solo el 2,72 por ciento de los encuentros.
Ocho de cada diez conductas violentas son gestos de agresividad, provocación o trato vejatorio (81,2 por ciento), cometidas principalmente por hombres (el 98,6 por ciento) que es además jugadores (el 95,1 por ciento). Solo el 2,8 por ciento vienen de personal del cuerpo técnico y el 2,1 por ciento, de los delegados de campo. Entre los más de 70.000 encuentros estudiados no hay evidencia de conductas violentas cometidas por espectadores, cuerpo sanitario o directivos
En cuanto a las categorías, más de la mitad de los episodios estudiados se concentran en la categoría senior (51,8 por ciento), mientras que una de cada cuatro se producen en juvenil/junior (25,7 por ciento).