La Asociación de Empresarios de Transporte de mercancías y Logística de La Rioja, CETM La Rioja, se ha posicionado a favor de secundar la convocatoria de cese de actividad durante los días 20, 21 y 22 de diciembre en defensa del sector de transportes de mercancías por
carretera, que está atravesando “el momento más crítico de las últimas décadas”.
El paro patronal, convocado por el departamento de mercancías del Comité Nacional del Transporte, tendrá lugar desde las 00:01 horas del día 20 de diciembre hasta las 23:59 horas del día 22 de diciembre. Este paro, explican, “no pretende causar problemas al conjunto de la sociedad en fechas tan señaladas, sino lanzar un mensaje que advierta de la insostenible situación que atraviesa el sector del transporte de mercancías por carretera, imprescindible para el desarrollo económico y social del país, tal y como quedó fielmente reflejado durante la pasada pandemia”.
Creen que “el sector del transporte de mercancías por carretera no puede permitirse más años de negociación infructuosa con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que no ha aplicado ninguna de las medidas a las que se comprometió hace año y medio, ni ha avanzado en otras reivindicaciones como la prohibición de la carga y descarga por parte de los conductores”.
Además, las circunstancias actuales se han complicado “por el incremento del precio de los carburantes, que las empresas no pueden trasladar a los clientes”. Por ello, las empresas de transporte de mercancías por carretera consideran esencial que en los contratos sean obligatorias las cláusulas de revisión de precios en función del coste del gasóleo.
Entienden que las labores de carga y descarga de las mercancías no corresponden a los conductores, lo que hace que “las condiciones de trabajo de los chóferes sean mucho más penosas, perjudicando su conciliación de la vida laboral y familiar, lo que hace la profesión poco atractiva y, por ello, exista escasez de conductores”.
En este sentido también lamentan que los propios cargadores hayan cifrado en 2.000 millones de euros lo que se ahorran debido al trabajo que están haciéndoles los chóferes. A su vez, las empresas de transporte tienen que asumir en la actualidad “los costes añadidos a la paralización de los vehículos de manera innecesaria, ya que en ocasiones los conductores tienen que esperar hasta 7 u 8 horas para poder entrar a descargar y tampoco se puede trasladar a los clientes esos excesos de horas, algo que repercute negativamente en la eficiencia de nuestras empresas”.
En lo que a nuestra comunidad respecta, estos problemas se ven agravados, según CETM, por “la carencia total y absoluta en materia de infraestructuras, pues estamos a la cola del país en cuanto a vías rápidas, de alta capacidad y gratuitas por las que transiten nuestros vehículos. Al desvío obligatorio de camiones a la AP68 se suma la enésima prórroga de la concesión de esta vía y, para colmo, parece que un peaje obligatorio gravará para siempre esta autopista. Ni PSOE ni PP han conseguido poner fin a este agravio que viene sufriendo La Rioja desde tiempos inmemoriales. Los últimos Presupuestos Generales del Estado vienen a confirmar que esta lamentable situación se alargará, al menos, durante el próximo año, cuando tan solo se invierta en nuestra comunidad la ridícula cifra de 22 millones de euros”.
Todo ello hace que el trabajo de las empresas de transporte riojanas sea “más difícil,menos valorado y más deficitario”, y que el atractivo de la profesión de conductor en La Rioja sea “nulo y desagradable”. “Nadie recuerda ya que el trabajo de nuestros conductores y el esfuerzo de nuestros transportistas fue clave y esencial para superar la peor crisis a la que nuestra sociedad se ha enfrentado nunca, como ha sido la pandemia del COVId19”.
Sus reivindicaciones
El sector lleva varios años de negociación “infructuosa” con el Ministerio de un paquete de reivindicaciones, entre las que se encuentran la prohibición de que los conductores realicen la carga y descarga de los camiones y la construcción de áreas de descanso seguras para los profesionales.
Los transportistas también reivindican desde hace años la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste del combustible, así como que se cumpla el compromiso de la no implantación de la Euroviñeta (peajes).
A esta situación, concluyen, se une “la absoluta falta de sensibilidad de los clientes, que se aprovechan de la posición de dominio que concede la regulación actual del contrato de transporte de mercancías por carretera, lo que está causando a su vez un importante problema de falta de conductores debido al trato degradante e inhumano que sufren en el desempeño de su trabajo, con largas esperas para la carga y descarga, robos de mercancía o intrusiones en los remolques por parte de las mafias de inmigración ilegal”.