Del 10 al 17 de septiembre se celebra, desde hace más de dos décadas, la Semana Europea del Cáncer de Pulmón. El objetivo es concienciar a la sociedad sobre la importancia de prevenir, detectar y actuar de forma precoz contra esta enfermedad. Los diagnósticos tardíos, cerca del 80% de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo convierten en uno de los cánceres con menor tasa de supervivencia. Con una incidencia que asciende a 3-4 casos por cada 100.000 habitantes, es este cáncer el tumor maligno más frecuente del mundo occidental.
Una de las causas principales del cáncer del pulmón es, además, evitable: el 90% de los casos de cáncer de pulmón son debidos al tabaco. Los fumadores tienen 20 veces más posibilidades de sufrir este tumor que las personas no fumadoras, aunque para los fumadores pasivos el riesgo de desarrollar cáncer pulmonar es similar al de los fumadores de uno a dos cigarrillos al día.
Por ello, la lucha frente al cáncer de pulmón pasa por reducir el hábito de fumar. Además, en nuestro país no sólo un elevado porcentaje de jóvenes fuma habitualmente, sino que la edad de acceso al primer cigarrillo se suele situar sobre los 16 años de media, lo que puede incidir en las consecuencias en cuanto a prevalencia que esta adicción pueda tener en el futuro.
Daniel Torres, secretario de acción social del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), considera que “los profesionales sanitarios tenemos una responsabilidad social que no podemos eludir. La educación para la salud y el establecimiento de medidas de prevención adecuadas forman parte de nuestra responsabilidad como sanitarios. Por eso, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería animamos a todos los compañeros que aún formen parte de la población fumadora que salgan de ella: dejen de fumar, den ejemplo y prevengan el cáncer, tanto el suyo como el del resto de pacientes”.
Más allá del compromiso de los centros hospitalarios para participar y formar parte de la Red Europea de Hospitales Sin Humo, que implica la obligación de establecer una uniformidad en las políticas de control del tabaco en los hospitales europeos, y de la que ya forman parte en diferentes categorías, cada uno de nosotros tiene una responsabilidad que no debería eludir.
Es necesario insistir, por un lado, en campañas de prevención para reducir al máximo e incluso evitar el inicio en el consumo y, por otro, en el establecimiento de ayudas y estrategias para que los fumadores abandonen, cuanto antes, este hábito.
“Si conseguimos reducir el número de fumadores, sin lugar a dudas, reduciremos el número de pacientes con tumores de cáncer de pulmón, además de otras enfermedades atribuibles a la exposición del tabaco y al humo ambiental en no fumadores y conseguiremos reducir las dramáticas estadísticas: 28.645 nuevos casos de cáncer de pulmón cada año en España y 18.000 personas fallecimientos al año”, finaliza Daniel Torres.