Con motivo de la conmemoración el 8 de mayo del Día de las Víctimas del Exilio, la Delegación del Gobierno en La Rioja celebró este miércoles un acto de homenaje en el que han intervenido la delegada, Beatriz Arraiz Nalda, y la joven María Caballer, en representación de la Asociación La Barranca.
Como ha recordado la delegada, la Ley de Memoria Democrática establece el 8 de mayo como el Día de homenaje a las víctimas del exilio, “una jornada de reconocimiento y reparación integral por parte del Estado que nos incita a homenajear y recordar a los hombres y las mujeres que sufrieron el exilio como consecuencia de la Guerra Civil y la Dictadura en España”.
Arraiz Nalda ha insistido en que “esta España exiliada por imposición es a la que hoy recordamos, la que tenemos ahora presente y a la que nunca debemos olvidar”. Por ello, ha hecho alusión durante su discurso a que actos como el se ha celebrado en La Rosaleda del Espolón debe servir para tener presente que “la memoria es democracia”.
“La principal responsabilidad del Estado en el desarrollo de políticas de memoria democrática es fomentar su vertiente reparadora, inclusiva y plural”, ha añadido. Por el contrario, ha señalado que con las leyes de concordia se intenta ocultar la verdad de las consecuencias que tuvo una guerra que partió en dos nuestro país, vulnerando el orden legítimo que decidieron los españoles y españolas.
En este sentido, la delegada ha subrayado que “la ONU ha instado a España a preservar la memoria histórica frente a las leyes de concordia que se promueven en algunas comunidades autónomas. Intentar invisibilizar las graves violaciones de Derechos Humanos cometidas durante el franquismo es un indigno intento de limitar el acceso a la verdad, de blanquear la dictadura”.