Y por su reciente cambio de estilo, seguidos con pasión por otros que ahora les descubren, el grupo evita entrar en debates improductivos: “Hacemos lo que nos apetece; los demás, que lo interpreten como quieran”.
Su trayectoria está marcada tanto por el éxito, como por la polémica. A su más de un millón y medio de copias vendidas, se une la expectación que generan; sobre todo, a raíz del radical giro musical que el grupo sufrió en 2006. El rock independiente dejó paso a nuevos sonidos electrónicos con su 'Follow the city lights'.
El álbum, más cercano al pop que al estilo grunge que tanto les caracterizó en sus inicios -allá por 1992-, ha atraído hasta ellos a numeroso público nuevo y joven, pero les ha alejado de parte de sus fans más veteranos y cercanos a su anterior estilo.
Este jueves, día 25, un Dover, muy distinto a aquel que en el 97 participó en Actual, llega a Logroño para demostrar que, a pesar de todo, a ellos lo único que les mueve es la música. El resto parece importar poco.
- ¿Cómo lleváis tanta crítica?
- Sabemos que es imposible agradar a todo el mundo; ni en la música, ni en cualquier otra cosa que hagas. Entendemos que haya gente a la que no le guste lo que hacemos, pero no tenemos por qué entrar a analizarlo. Sí, se habla mucho de nosotros. Internet está lleno, pero no entramos a ver que se dice porque no es parte de nuestra vida. Nosotros tenemos que hacer la música que nos apetece, la que nos pide el cuerpo y luego los demás que lo interpreten como quieran.
- Sin embargo, para muchos de vuestros seguidores de los primeros años escuchar canciones como 'Devil came to me' revisitadas a la luz de sonidos electrónicos no debe ser plato fácil de digerir...
- Para quien nos ha visto y oído antes, puede ser un shock. Alguna de las canciones ha cambiando mucho. Pero es parte de la gracia: encontrarse con otra cosa distinta. A nosotros nos motiva y nos divierte mucho.
- Esas versiones están recogidas en vuestro primer álbum recopilatorio: dos cedés con los grandes éxitos del grupo y una canción inédita, Soldier, que se publicó en noviembre. ¿Os pedía el cuerpo echar ahora la vista atrás?
- Eramos de los pocos que no lo habíamos hecho. Nos parecía que teníamos pocos discos para sacar un álbum de grandes éxitos. Ahora sí, y además nos apetecía. Con 'Follow' nos descubrió mucha gente: queríamos enseñarles lo que habíamos hecho abtes. Era el momento.
- Debe haber sido sorprendente dar con tanta gente joven entre vuestro público.
- Ha sido increíble. Los hay de ocho y diez años. Cuando empezamos, eran bebés.
- ¿Esa cercanía con el público juvenil os ha inspirado también a la hora de 'miraros' en conjuntos más jóvenes?
- Nos encanta hacer música y escucharla. Por eso, siempre hemos seguido a muchos grupos y sabido lo que hacen aquellos más jóvenes. Ahora, como antes, somos fans de muchos de ellos.
- Algún ejemplo?
- Millones. Desde grupos ya consagrados como The Strokes o Franz Ferdinand a otros como Paramore, que arrancan con su primer disco y están haciendo cosas muy interesantes.
- ¿Podríamos decir que hay un buen caldo de cultivo en la España musical?
- Ahora y siempre. Es cierto que hay épocas más difíciles y otras en las que los artistas tienen más acceso a las compañías discográficas. Pero hoy hay millones de grupos; sólo hay que echar un vistazo a la Red.
- ¿Cómo veis la influencia de Internet en el despertar y desarrollo de los grupos?
- Está cambiando la manera de acceder a la música, pero eso no quiere decir que ahora sea más fácil o no. Antes todo se basaba en el boca a boca; después, en que una compañía te editara el disco, estuviera en la tienda... Ahora en Internet hay otras maneras, pero, en cualquier caso, la música sigue siendo lo mismo: algo que gusta a la gente, le alivia, le divierte y le entretiene. Eso siempre está ahí.
- Podría decirse que el secreto es mantenerse.
- Desde luego. Cada vez somos más artistas. Pero tiene algo bueno: si realmente quieres estar ahí, tienes que dar el cien por cien. No puedes dormirte en una fórmula que ya te sepas porque, a lo mejor, dentro de unos años aparece otro y tú te vas. No se puede dar nada por seguro.
- ¿Es ése vuestro secreto después de 15 años en el mercado?
- Parte del secreto es que nos gusta muchísimo, por encima de todas las cosas, la música. Eso hace que no nos durmamos y que, piensen lo que piensen y digan lo que digan, intentemos buscar fuentes de inspiración nuevas.
- ¿Qué queda de aquel grupo de vuestro primer álbum, Sister?
- No ha cambiado cómo nos sentimos. Al hacer música, en el local, tenemos la misma edad que cuando descubrimos, con 12 o 13 años, a los Beattles.
- ¿Y qué sí ha cambiado desde entonces?
- La experiencia. Hemos ido aprendiendo cosas. Cuando empezamos, akgunas cosas nos pillaron de 'nuevas' como que la gente hable de ti, opine bien o mal... Al final, uno se acostumbra. Ahora no le das importancia y eso hace que disfrutes más de lo que haces.
- ¿Y que hará Dover para sorprendernos en su próximo trabajo?
- Empezamos a componer tras la gira, en un mes y medio. En principio, nuestra idea es seguir por este camino (el de Follow the city lights) porque acabamos de descubrirlo y es todavía fuente de inspiración. Pero, si te digo la verdad, luego, en el local, puede salir otra cosa. Yo también tengo curiosidad.
ESTA NOCHE:
- Dover actuará en la Plaza del Ayuntamiento de Logroño a partir de las doce de la noche.
- Durante el concierto, la banda repasará sus grandes éxitos, recogidos en '2'; algunos de ellos, reversionados. También, tocarán 'Soldier', el tema inédito que se dio a conocer en el álbum recopilatorio.
- La escenografía será diferente a la que el grupo llevaba el año pasado. Esta vez, se basará, según explica Amparo Llanos, en una “puesta en escena de luces que tratará de crear un ambiente lo más parecido posible a una pista de baile”. El objetivo: integrar al público en lo que ocurre en el escenario.