Las degustaciones se multiplican en tiempos mateos. ¡Y cómo lo hacen! Valga el jueves, día de San Mateo, como ejemplo. La jornada comienza tranquila, a eso de las nueve de la mañana, con una degustación de chocolate, moscatel y bizcochos en la calle Doce Ligero. Solo es el principio.
La gran eclosión de degustaciones llegaría, como todos los días, a la hora del almuerzo, a eso de la 11.00 horas. ¿El menú? El siguiente: choricillo en la plaza del Ayuntamiento, salchichón a la plancha en los jardines del instituto Sagasta, torreznos en la calle Once de Junio y longaniza con huevo frito en la calle María Teresa Gil de Gárate.
Pero no acaba ahí la cosa, porque media hora después hay realmuezo: bocatita de lomo con pimientos en la calle Ruavieja y morritos con pimiento verde. Y, por la tarde, más propuestas gastronómicas: salchichón, vaca asada, pulpo...
Lo mejor de todo es que las degustaciones son una constante en las fiestas mateas. Así que el viernes la jornada volverá a comenzar con degustación de chocolate y, después, la zapatilla de jamon, el bocatita de panceta...