Faenón del maestro Enrique Ponce

Rioja2

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La tercera de feria con Enrique Ponce, palmas y oreja; José Garrido, oreja y silencio, y Luis David Adame, oreja y ovación, con reses de la ganadería de Juan Pedro Domecq, mal presentados y de peor juego, descastados y sin bravura.

Enrique Ponce con el que abrió plaza lo recibió con unas buenas verónicas ganándole terreno y sacándoselo a los medios que remató con buena media. Garrido no desaprovechó su quite y le dio una tanda de chicuelinas. Con la muleta lo intentó con el mansito templándolo en algunos pasajes por ambos pitones, tras el manejo de los aceros fue ovacionado. Al cuarto lo recibe flexionado y toreando a la verónica, desplegó todo su repertorio de técnica y de conocimiento de los terrenos del toro, buenas tandas al natural y por el otro pitón alguna muy templada, cerró con las poncinas, estocada caída y oreja.

José Garrido recibió a su primero con un buen saludo capotero a la verónica, Adame aprovechó su quite. Con la muleta Garrido basó la faena por el pitón derecho, le daba una tanda y le daba mucho aire para que le durara, ya que carecía de fuerzas, cerrando la faena con unas manoletinas y con la espada estuvo certero cortando una oreja. En el quinto de la tarde, un burel que se paró en seco y no tenía un pase, lo intentó y la gente le protestó por alargar aquello, tras dos pinchazos y cuatro descabellos la res fue pitada en el arrastre.

Luis David Adame, lo recibe de rodillas con una larga cambiada siguiendo con una tanda a la verónica sacándoselo a los medios. Ponce en su quite por delantales no defraudó. Con la muleta arrancó en los medios pasándoselo por la espalda y con una tanda ya tenía al público metido, le dio unos buenos naturales y demostró la frescura de su cabeza, la tiene amueblada con firmeza y templanza, cortó una oreja. En el que cerró la tarde tuvo desparpajo con el capote con unas buenas lopecinas, banderilleó, arrancó la faena con unos estatuarios para seguir con unos templados naturales, toreó en redondo por el derecho, tiró de recursos para cerrar la faena, con los aceros dejó media y fue ovacionado.