Los vecinos de El Campillo se sienten abandonados. “Tenemos los mismos derechos que otros barrios pero estamos completamente desatendidos”, lamenta el presidente de la asociación de vecinos, Óscar Fernández, quien enumera la falta de mantenimiento y limpieza, la retirada de farolas y las malas comunicaciones como algunas de sus principales carencias. En el Ayuntamiento, por el contrario, desmienten estas quejas: “mantenemos toda la ciudad por igual”, explica el concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor.
Esta misma semana, la asociación denunciaba la retirada de hasta 17 farolas en el barrio. “Entendemos que hay que reducir el consumo y la contaminación lumínica, pero se podía alternar el alumbrado o que funcionara determinados días. Además, se han llevado las buenas”, explica Fernández a Rioja2.
Ruiz Tutor ha aclarado que esta retirada obedece únicamente a razones de seguridad: “en esa zona corre mucho el viento y las luminarias son de doble brazo y se mueven mucho, algunas de ellas están deterioradas por este motivo”.
Mantenimiento y limpieza
El concejal ha aclarado que algunas de ellas se sustituirán, aunque se está trabajando en hacerlas más resistentes, y otras no, dado que “es una zona muy iluminada”. Además, “el diseño de luminarias se hizo en su momento para una zona con más viviendas y como no hay tantas como estaba previsto, hay sitios sobreiluminados”.
Otro de los caballos de batalla de la asociación es la limpieza. Critican que “apenas hay mantenimiento”. “Sólo hay una persona limpiando toda la zona, los domingos no se recogen los residuos que quedan del mercadillo, las rejillas están llenas de agua y hay solares sin vallar y sin desbrozar”, detalla el presidente de la asociación de vecinos.
Un punto que también desmiente Ruiz tutor, quien sostiene que se limpian y mantienen todas las zonas por igual aunque reconoce que hay un problema con el desbroce de los solares. “Hay parcelas privadas que se quedaron sin construir y la propiedad ha ido pasando de mano en mano. Hay que hacer requerimientos que llevan un tiempo”.
A estas reivindicaciones se une también la queja por la existencia de charcos en la calle Cabo Noval. Y es que para incrementar la seguridad de los peatones se creó un paso elevado y se renovaron las aceras junto a las Bodegas Franco-Españolas. Sin embargo, se ha quedado una calleja que se acerca al barrio sin asfaltar, perteneciente a las bodegas.
Asimismo, reclaman una solución para el edificio de Extrapiel, perteneciente a Bodegas Perica actualmente. Se trata de un edificio en ruinas, donde los jóvenes acudían a hacer botellón, con el consiguiente riesgo de que se registre algún accidente.
Y también piden mejoras en las comunicaciones. En concreto, en octubre de 2017 se aprobó en pleno una propuesta del PR+ que reclamaba modificar el itinerario de la línea búho 3 Lardero-El Campillo a su paso por El Campillo, para acercar la parada a las viviendas.
Reivindicaciones a las que se suman otras a más largo plazo como una ludoteca (una de las propuestas más votadas en los presupuestos participativos) o un colegio y por las que la Asociación de Vecinos de El Campillo continuará luchando.