El riojano Javier Ochagavía lleva más de 20 años buceando hemerotecas y acostumbra a compartir en redes algunas de las noticias más curiosas que encuentra. En este caso, se trata de una imagen para el recuerdo: la del mítico centro comercial Simago de Logroño, que se convirtió “en punto neurálgico de pequeños hurtos y en descubrimiento para muchos niños de la primera escalera mecánica que se veía en la capital riojana”.
Es posible, como recuerda Ochagavía, que la primera escalera mecánica de Logroño fuera la que se instaló en su día en el interior del edificio Las Palmeras, pero la del Simago es, sin duda, la que ha quedado en el imaginario colectivo de los logroñeses.
En este caso se trata de una fotografía de un ejemplar de la revista Sal y Pimienta de octubre de 1982. La imagen salió publicada en una sección donde se denunciaban lo que la revista denominaba “bodrios”: tiendas, cines, discotecas y establecimientos diversos con mal servicio, fraudes o instalaciones deficientes. Una lectura envió esta fotografía de Simago para quejarse de que no contaba con muchas de las ofertas que anunciaba.