El Ayuntamiento de Logroño ha recibido hasta el momento únicamente tres solicitudes de licencia de empresas privadas para construir en el sector del Campillo, que cuenta con unos 300.000 metros cuadrados ya urbanizados.
El primer teniente de alcalde, Ángel Varea, y el concejal de Urbanismo, Miguel Gómez Ijalba, ofrecieron estos datos durante su visita a la zona, durante la cual presentaron a los medios de comunicación la 'Puerta de las bolas', que ha sido restaurada y recolocada a unos 60 metros de su lugar original.
Respecto a las escasas solicitudes de construcción, Varea e Ijalba confiaron en que, una vez estén terminados la urbanización y los pisos protegidos previstos en la zona, sean más empresas las interesadas en el Campillo.
Ijalba señaló que los dos bloques de viviendas protegidas del Campillo se encuentran en ejecución, y que los trabajos de urbanización en la zona están ya terminados, sólo a falta de un último adecentamiento de las zonas verdes. En este sentido, indicó que, además de las zonas verdes ajardinadas y artificiales, el Consistorio procurará mantener y limpiar algunos espacios naturales de la zona, principalmente los que separan el Campillo del llamado camino de Viana.
Por otra parte, los concejales anunciaron que en esta zona se ha hallado un paraje donde habitan mariposas de una especie concreta que no vive en ningún otro lugar de La Rioja. El Ayuntamiento tiene previsto restaurar este espacio de manera que no desaparezcan los insectos.
PUERTA DE LAS BOLAS
En cuanto a la 'Puerta de las Bolas', que era el motivo de la convocatoria, los concejales explicaron que ha sido desmontada y vuelta a montar con argamasa en lugar de cemento para mantener el proceso original.
La puerta, del siglo XVII, daba acceso a una importante finca de la zona, y contaba con cinco grandes bolas de las que únicamente se ha conservado una. Su lugar original está a 60 metros de la nueva ubicación, pero el Consistorio decidió desplazarla para una mayor integración.
Además, el Ayuntamiento tiene voluntad también de restaurar en la zona un guardaviñas y un pequeño estanque que antiguamente formaban parte del paisaje del Campillo.