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Los ataques de lobo se duplicaron el año pasado hasta casi los 700

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La organización agraria ARAG-ASAJA ha suscrito el documento que la Consejería de Agricultura hará llegar la Comisión Europea con los últimos datos sobre la población del lobo en La Rioja y el incremento en el número de sus ataques a la cabaña ganadera de los últimos años.

En una reunión que ha tenido lugar esta mañana y en la que ha participado el secretario general de ARAG-ASAJA, Igor Fonseca, se han analizado los datos del crecimiento de población del lobo en La Rioja y, consecuentemente, el incremento de ataques a la cabaña ganadera riojana.

Para ARAG-ASAJA, “toda esta información demuestra que, lejos de ser una especie en peligro de extinción, el lobo es una especie en expansión ya que, según los últimos datos extraídos del censo, La Rioja cuenta en la actualidad con cuatro manadas reproductoras con hasta 38 ejemplares y otra itinerante. Esto ha provocado que los ataques de lobo se hayan duplicado el pasado año llegando a los 696, habiéndose constatado su presencia en más de 40 municipios de La Rioja”.

Por todo ello, ARAG-ASAJA apoya la iniciativa de la consejería que lidera por Noemí Manzanos de insistir para que el Ministerio de Teresa Ribera reaccione y saque al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) porque, “lo que está en peligro de extinción es la ganadería y los ganaderos”, ha señalado Igor Fonseca, “la gestión cinegética es una herramienta más para controlar la población de lobo de tal manera que pueda hacerse compatible la presencia del lobo con la de la ganadería extensiva en la sierra riojana”.

“Como organización agraria nos preocupa el descenso de población y de ganadería en la sierra porque la presencia del lobo ha frenado la incorporación de jóvenes ganaderos a esta actividad en una zona ya de por sí, deprimida y con riesgo de despoblación muy importante”

Por todo ello, ARAG-ASAJA insta a aplicar las excepciones que permite el Plan de Gestión del lobo u otro protocolo de gestión de la especie ante el aumento de ataques y los daños que los mismos han producido para llevar a cabo la extracción de ejemplares y garantizar la coexistencia con la actividad ganadera.