La calidad de vida infantil en España se sitúa por encima de la media de la Unión Europea. Así lo refleja la Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE) 2006. Los datos corresponden a 38.600 entrevistas realizadas entre junio de 2006 y junio de 2007. Además, el 70,0% de la población señala percibe su estado de salud como bueno o muy bueno. Los hombres declaran un mejor estado de salud que las mujeres: el 75,1% de los hombres declara tener un estado de salud bueno o muy bueno frente al 65,0% de las mujeres.
España ha sido el primer país de la Unión Europea (UE) en analizar la calidad de vida infantil en el marco de una encuesta nacional de salud utilizando un instrumento auspiciado por la Comisión Europea a través del cuestionario KIDSCREEN de 10 preguntas.
Este cuestionario explora cómo se han sentido las personas de 8 a 15 años en los últimos 7 días, si han estado en forma, con energía, sin ha estado tristes, si se han sentido solos, si han podido hacer lo que querían en su tiempo libre o si se han sentido tratados de forma justa por sus padres, entre otros aspectos.
Con todo ello se compone el Índice de Calidad de Vida, mediante valores estandarizados obtenidos a través de un estudio de ámbito europeo. Estas mediciones reflejan que, sobre la media estandarizada de calidad de vida infantil para la UE (50), la calidad media de vida infantil en la población española es superior (61,8).
SOBREPESO
No son tan positivos los datos sobre sobrepeso y obesidad. De cada 10 adultos de 18 y más años, 4 tienen sobrepeso y 1,5 obesidad. En los niños de 2 a 17 años de cada 10, cerca de 2 tienen sobrepeso y 1 obesidad. La obesidad es más frecuente a mayor edad, (excepto en mayores de 74 años). Se observa además una tendencia creciente de esta prevalencia.
Mientras que en 1987 mas de 7% de la población de 18 y más años (7% de los hombres y 8% de las mujeres) tenía un índice de masa corporal igual o superior a 30 kg/m2 (límite para considerar obesidad), en 2006 este porcentaje supera el 15% (16% de los hombres y 15% de las mujeres).
SALUD MENTAL
La percepción de un estado de salud positivo es menor a mayor edad: en el grupo de edad de 75 y más años, sólo lo declaran el 41,6% de los hombres y el 29,1% de las mujeres.
Tanto los hombres como las mujeres de clase social baja (IV-V) declaran peor salud que los de clase social alta (I-II). En concreto, las valoraciones positivas de su salud se producen en el 70,8 % de los hombres y el 60,5% de las mujeres de las clases IV-V, frente al 84,4% de los hombres y el 75,9% de las mujeres para las clases I-II.
Desde un punto de vista temporal, la evolución desde 1987 a 2006 del porcentaje de población que valora su estado de salud como positivo (bueno o muy bueno) muestra una tendencia ligeramente descendente. En 1987 el 73,9% de la población (77,9% de hombres y 70,0% de mujeres) consideró que su estado de salud era positivo, frente 70,0% de 2006.
Se ha explorado también por primera vez la salud mental de la población, mediante el cuestionario de salud general para adultos GHQ-12, que permite hacer un cribado poblacional detectando la prevalencia de casos probables de morbilidad psiquiátrica o de padecimiento psicológico en la población, y el cuestionario de capacidades y dificultades SDQ para la población infantil, que permite detectar probables casos de trastornos mentales y del comportamiento en niños.
El 21,3% de la población de 16 años o más (15,6% de los hombres y 26,8% de las mujeres) presenta riesgo de mala salud mental, siendo este riesgo mayor a medida que aumenta la edad. Así, en el grupo de edad de 75 y más años, lo presentan el 25,0% de los hombres y el 39,5% de las mujeres. En cuanto a la población de 4 a 15 años, el 22,1% presenta riesgo de mala salud mental (23,2% de los niños y 21,0% de las niñas).
ESTILOS DE VIDA
Por lo que respecta a los hábitos de vida que están relacionados con la salud, el 26,4% de la población de 16 y más años afirma que fuma a diario, el 3,1% es fumador ocasional, el 20,5% se declara exfumador y el 50,0% dice que nunca ha fumado. Por sexos, el porcentaje de fumadores es del 31,6% de los hombres y del 21,5% de las mujeres.
La evolución del porcentaje de población de 16 y más años que consume tabaco a diario según sexo, desde 1993 a 2006 muestra que se ha producido un continuo descenso en el porcentaje de hombres fumadores diarios.
En mujeres, hay que destacar que, desde el año 2003, parece que se ha invertido la tendencia ascendente en el porcentaje de mujeres fumadoras diarias. Así, mientras que en 1993 un 32,1% de la población de 16 y más años (44,0% de los hombres y 20,8% de las mujeres) consumía tabaco a diario, en 2001 ese porcentaje fue del 31,7% (39,2% de los hombres y 24,7% de las mujeres) y en 2006 del 26,4% (31,6% de los hombres y 21,5% de las mujeres).
Respecto a los jóvenes entre 16 y 24 años, el hábito tabáquico afecta al 26,9% de la población. Las mujeres fumadoras superan a los hombres en esta edad: 28,9% de las mujeres frente al 25,0% de los hombres.