Bajo el auspicio de Naciones Unidas, hoy tendrán lugar en Viena las conversaciones entre los representantes del Frente Polisario y de Marruecos que precederán a las negociaciones para determinar el futuro del Sáhara Occidental. A pesar de que las posturas de las dos partes parecen inamovibles y que el acuerdo parece lejano, Estados Unidos cambia el rumbo de las negociaciones retirando su apoyo al plan ideado desde Rabat.
El presidente Barack Obama habría ordenado retirar el apoyo que hasta ahora prestaba el gobierno de EEUU al plan de autonomía, presentado por Marruecos como solución al contencioso, defendido por su antecesor, George W. Bush. “Estados Unidos ya no respalda ni apoya el plan de autonomía marroquí [...]. En cambio, la Administración ha regresado a la postura pre-Bush sobre la posibilidad de un estado independiente del Polisario en el Sáhara Occidental”, indicaban a principios de julio fuentes diplomáticas estadounidenses.
También el presidente del Subcomité de la Cámara de Representantes estadounidense para África y la Salud Global, el demócrata Donald Payne, defendió hace algunas semanas el “derecho de autodeterminación” del Sáhara Occidental y se mostró convencido de que se producirá un cambio en la política de Estados Unidos respecto a esta cuestión.
Payne reconoció que todos los países africanos reclaman la atención de Estados Unidos y que el problema del Sáhara “no se encuentra entre las prioridades”, pero destacó que la cuestión ya ha sido abordada por el Congreso en una carta remitida a Obama y firmada por más de 30 congresistas en la que le solicitan una solución para el Sáhara basada en “el respeto a la libertad y los derechos humanos” de los saharauis.
En esa carta, los congresistas defienden el “derecho a la autodeterminación” del pueblo saharaui. “Negárselo es incoherente con los valores y principios” de Estados Unidos, dijo Payne.
Sin embargo, también habrá que tener en cuenta el peso de la postura promarroquí, que esgrime el peligro de apoyar la formación de un nuevo estado en la región que podría servir de base para organizaciones terroristas como Al Qaeda. Esta posición se ha visto plasmada en otra carta, firmada por 229 miembros de la Cámara de Representantes (120 republicanos y 109 demócratas), y remitida a Obama para que apoye el plan de autonomía marroquí.
Por otro lado, la próxima ronda de negociaciones entre el Frente Polisario y Marruecos encuentra un nuevo obstáculo con la postura defendida por el rey marroquí Mohamed VI, hace unos días.
El monarca alauí anunció la próxima creación de la Comisión Consultiva para la Regionalización, a la que ya se refirió el pasado noviembre, para descentralizar el poder en el país magrebí, un proceso para el cual pidió una “reflexión detenida” en el caso de las “provincias del sur”, denominación oficial del territorio del Sáhara Occidental, cuestión cuyo debate está prohibido en la prensa marroquí, al igual que cualquier referencia a la monarquía, la religión, o el ejército.
La Comisión Consultiva para la Regionalización deberá presentar “en los próximos meses [...] la concepción general de un modelo marroquí de regionalización avanzada. Tal regionalización será desempeñada por consejos democráticos en el marco de la armoniosa distribución de las competencias entre el centro y las regiones”.
Mohamed VI defendió que las “provincias del sur” se conviertan en “un modelo de regionalización avanzada
a fin de consolidar la gestión democrática de sus asuntos locales y habilitarlas para asumir mayores competencias“.
El objetivo, indicó, es “movilizarse en defensa de la causa sagrada de la unidad territorial del Reino y de los intereses supremos” del país. En este contexto, aseguró que Marruecos proseguirá con sus “constantes esfuerzos” y su “colaboración” para “apoyar los edificantes esfuerzos desplegados por la ONU” a fin de “alcanzar una solución política, consensuada y definitiva al diferendo regional en torno a la 'marroquinidad' de nuestro Sáhara”.
Mientras, el Frente Polisario defiende el referéndum de autodeterminación como única solución “democrática, transparente y justa”, según palabras del presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz.
El Polisario se aferra a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que incluyen al Sáhara Occidental en lista de territorios no autónomos e insisten en que Marruecos no posee la soberanía sobre el territorio, definido como la última colonia de África.
Abdelaziz destacó el hecho de que el Frente Polisario haya aceptado la inclusión de la autonomía que propone Marruecos en el futuro referéndum junto a las opciones de la independencia y la integración. “Esperamos ansiosamente de que la parte marroquí dé muestras de una actitud más responsable y de una voluntad política sincera para que se coronen con éxito las negociaciones” auspiciadas por la ONU, indicó en una entrevista realizada a finales de julio.
“Lamentablemente hay que reconocer que, hasta la fecha, no hemos podido apreciar un progreso bien encaminado en la postura marroquí. Es más, la postura de la parte marroquí se empecina cada vez más y el desaire de la misma hacia las resoluciones y convenciones internacionales es notorio”, agregó.