Las montañas de basura que se acumulan en las calles de Nápoles parecen monumentos a la mala gestión del estado italiano. Las agencias locales hablan de “olor que da naúsea” en muchas de las estrechas callejuelas que llegan hasta la céntrica plaza del teatro San Carlo, espejismo de la belleza mediterránea de una ciudad que ha vuelto a ser sumergida por la monnezza , como los napolitanos llaman la inmundicia .
Muchos restaurantes han decidido cerrar sus puertas. Los clientes no pueden llegar, obstaculizados por las barricadas de basura que llenan la calle. Y por otra parte, el ambiente es demasiado insalubre para que puedan trabajar y preparar comida.
Promesas incumplidas
Según la agencia para la higiene urbana de la ciudad (ASIA) hay hasta 2.360 tonelada de basura vertida por las calles de la ciudad. El recién elegido alcalde de la ciudad, Luigi de Magistris, había declarado el pasado domingo que habría limpiado la ciudad “en cinco días”.
A dos días de la fecha, esta parece nada más que otra promesa vacía hecha a los napolitanos, después de la famosa declaración del presidente del Gobierno Silvio Berlusconi, quien el 28 de Octubre de 2010 aseguraba: “Nápoles estará limpia en tres días ” .
De Magistris ha confirmado que su adminsitración está lista para “actuar por su cuenta” si no se llega a un acuerdo entre gobierno, región y ciudad sobre las modalidades para acabar con el problema, por el cual se ha pedido la declaración del estado de emergencia.
La pasada noche, grupos de residentes se han manifestado en las calles del centro. Según las agencias locales, una veintena de personas han llevado a otras zonas las bolsas de basura, mientras otras vaciaban los contenedores por la calle. En las primeras horas del primer día de verano, cuyo calor hace la situación aún mas insostenible, todos los que se acercaban a las calles céntricas llevaban un pañuelo o una mascarilla para poder respirar.
La administración de la ciudad ha señalado que “se han verificado acontecimientos poco claros en la recogida de la basura en los últimos días”, por lo que ha asegurado que habrá un mayor control “para garantizar los medios puestos a disposición para la limpieza”.
Trama mafiosa en el Ayuntamiento
Sin embargo, el pasado martes la fiscalía de Milán ha registrado varias oficinas de la administración pública de Nápoles. El dinero que los napolitanos pagan para la tasa sobre los deshechos sólidos urbanos (TARSU) eran entregados a una sociedad sin contrato, según aseguran los investigadores.
De esta manera, la sociedad no ponía el dinero en las cuentas de la administración pública, ni los entregaba a la sociedad que tenía el derecho de hacerlo. Las ganancias, que el diario italiano 'La Repubblica' asegura que llegan a los 32 millones de euros, eran ingresadas en cuentas corrientes de los dueños de la sociedad y de la administración.
Por su parte, el Ayuntamiento no denunciaba la falta de ingresos a lo largo de cinco años, entre 2005 y 2009. La fiscalía asegura que hay varios cargos públicos todavía no identificados en la administración napolitana que serían implicados en la trama.