“Teniendo en cuenta la acalorada y a menudo desorientadora retórica que rodea a esta iniciativa, sé que este ha sido un voto valiente para muchos miembros del Congreso y les estoy agradecido”, afirmó Obama en declaraciones desde la Rosaleda de la Casa Blanca.
“Ahora corresponde al Senado de Estados Unidos recoger el testigo y llevar este esfuerzo hasta la línea de meta en nombre del pueblo americano”, dijo. “Y tengo una confianza absoluta en que lo harán. Estoy igualmente convencido de que el día en el que nos reunamos aquí, en la Casa Blanca, y firme la reforma integral de la salud para convertirla en ley, podrán sumarse a sus colegas de la Cámara y decir que este fue el mejor momento de su carrera como servidores públicos”, agregó.
Será “el momento en el que lograron el cambio prometido al pueblo americano, en el que hicieron algo para dejar un país más fuerte del que encontraron”, añadió.
El proyecto de reforma sanitaria impulsado por Obama, debatido ayer en la Cámara de los Representantes fue aprobado con un resultado de 220 votos a favor y 215 en contra, con el apoyo de un republicano y la oposición de 39 demócratas.
Sin embargo, en el Senado los demócratas no tienen margen de error, pues cuentan con 60 de los 100 asientos del Senado, pero algunos demócratas moderados se han rebelado contra el proyecto por incluir una opción de seguro sanitario administrado por el gobierno conocida como “opción pública”.