Una vez más, palestinos e israelíes empiezan a negociar con el objetivo de llevar la paz a sus territorios. El enfrentamiento entre ambas partes, uno de los más antiguos de los que perviven en la actualidad, ha conocido con anterioridad otras negociaciones. Sin embargo, ninguna llegó a buen puerto.
Esta nueva oportunidad que se presenta ha sido anunciada por el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, quien ha dado oficialmente por iniciadas las negociaciones indirectas de paz con Israel tras 18 meses de paralización por la campaña militar israelí sobre la Franja Gaza. “Declaro oficialmente el comienzo de las conversaciones de aproximación”, anunció Erekat este domingo tras reunirse con el enviado especial estadounidense para Oriente Próximo, George Mitchell, que ejercerá de único intermediario entre ambas partes.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no parece satifescho con este mecanismo
de negociación pues asegura que la paz con los palestinos será imposible si no consigue hablar cara a cara con sus representantes.
“La paz no se firma desde lejos”, afirmó el primer ministro al inicio de la reunión semanal del Consejo de Ministros israelí de este domingo. “No podemos alcanzar acuerdos sin estar sentados en la misma habitación”, declaró Netanyahu, quien indicó que cualquier tipo de conversación indirecta con los palestinos debe desembocar en una nueva fase de encuentros cara a cara.
“Las negociaciones deberán ser realizadas sin precondiciones, pero deben dar paso, lo antes posible, a conversaciones directas.
No podemos adoptar decisiones sobre aspectos críticos, como el de la seguridad, sin estar sentados en la misma habitación“, manifestó, en comentarios recogidos por el diario israelí Yedioth Aharonoth.
Esta postura tan crítica y aparentemente inquebrantable de Netanyahu choca con la última declaración que llega desde Estados Unidos. Allí, el subsecretario del Departamento de Estado, Philip Crowley, ha asegurado que Israel se ha comprometido a paralizar durante los dos próximos años la construcción en el asentamiento de Rabat Shlomo, en el norte del Jerusalem Este ocupado, para facilitar el desarrollo de las conversaciones de paz indirectas con los palestinos. En la zona está planificada la construcción de unas 1.600 de viviendas.
Durante su comparecencia, Crowley advirtió a los dirigentes israelíes y palestinos de que les responsabilizará de cualquier actuación que socave los esfuerzos de paz y anunció que el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Próximo, George Mitchell, volverá a Oriente Próximo la semana que viene para continuar con las conversaciones indirectas.
“Como ambas partes saben, si cualquiera de los dos adopta acciones durante las conversaciones indirectas que consideremos que perjudican seriamente la confianza, pediremos cuentas por ello y nos aseguraremos de que las negociaciones continúen”
, afirma Crowley que, sin embargo, no especifica a qué clase de actuaciones dañinas para el proceso de paz se refiere.
Además, Crowley asegura que ha sido partícipe del compromiso de ambas partes, aunque no dio detalles. “El alcance de estos debates seguirá siendo privado”, señaló, aunque sí aclaró que Mitchell desea que las negociaciones acaben siendo directas, esto es, sin la mediación estadounidense. “Ello constituirá una solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí”, aseguró.
Fuentes cercanas a Netanyahu se apresuraron a negar en declaraciones a Reuters bajo condición de anonimato que se hayan comprometido a una paralización. Sin embargo, la paralización de la construcción en Cisjordania es efectiva y oficial desde diciembre y en Jerusalem Este no se ha aprobado ningún proyecto urbanístico desde marzo.
La colonia de Ramat Shlomo saltó a la primera plana de la actualidad el pasado 9 de marzo,
cuando el Comité de Planificación, un organismo del Ministerio del Interior israelí, anunció nuevos planes para la construcción de 1.600 nuevas viviendas en esa zona, precisamente coincidiendo con la visita a Israel del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, lo que provocó una crisis diplomática entre ambos países.