La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

El papel de la Atención Primaria en los trastornos emocionales de la juventud: “Igual que existe un calendario vacunal, habría que hacer un seguimiento de salud mental”

Uno de cada cuatro jóvenes en el mundo presentan autolesiones no suicidas

Ester Fernández García

0

Más de un 20% de los jóvenes en España requieren asistencia en salud mental en algún momento de la vida. Uno de cada cuatro jóvenes en el mundo presentan autolesiones no suicidas, que no buscan consumar la muerte pero sí regular las emociones. El porcentaje de jóvenes con problemas de salud mental es creciente y los datos de conductas autolesivas y suicidas es preocupante.

El psiquiatra infanto-juvenil e investigador del Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Hilario Blasco advierte que las autolesiones se han convertido en una conducta epidémica. Y sobre las causas, apunta al mal uso de los móviles y las redes sociales: ¿Hasta qué punto los jóvenes están preparados“, se pregunta. Además, se refiere a muchos otros factores, como el tiempo y la calidad del tiempo con las familias, el acceso a la pornografía y el ciberacoso, ”que es mucho más pernicioso que el acoso tradicional porque ocurre 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año y el impacto es mucho más negativo“.

En la infancia, las principales causas de los problemas de salud mental son los trastornos del neurodesarrollo, con un aumento de la prevalencia de TDAH (Trastornos de Déficit de Atención con Hiperatividad), el trastorno del espectro autista y trastornos del aprendizaje. En la adolescencia, las causas son problemas de índole emocional, como trastornos ansioso depresivos, más prevalente en las mujeres.

Este experto señala a la pandemia como “la gota que colmó el vaso” y explica: “estamos ante el efecto secundario de la interrupción de la socialización normal para un gran número de adolescentes, ya que muchos no han desarrollado la capacidad para relacionarse de manera normal con sus iguales, y lo hacen a través del juego y no pudieron hacer”. El resultado, apunta Blasco, es el auge de trastornos de conducta alimentaria, autolesiones no suicidas y conductas suicidas.

Ante esta problemática, la Atención Primaria adquiere un papel fundamental para la prevención y la detección precoz. “El 70% de los problemas de salud mental tienen su raíz en la infancia y en la adolescencia, por ello si somos capaces de detectar una depresión - porque, por ejemplo, un menor está siendo acosado en el colegio y se interviene de manera eficaz- se puede hacer que mejore mucho el pronóstico y la situación posterior, considera el investigador de UNIR.

Por ello, UNIR ha impartido, en colaboración con el Consejería de Sanidad del Gobierno de La Rioja, la primera edición del curso “En prevención y manejo de autolesiones y comportamientos suicida”, en el que han participado un centenar de profesionales sanitarios de Atención Primaria, tanto médicos como personal de enfermería. A través de seis clases online y la conferencia de clausura “Manejo de autolesiones (suicidas y no suicidas) en la práctica clínica” , se han abordado cuestiones sobre los elementos de riesgo, la coordinación entre profesionales, cómo ser más empáticos, el marco legal, las derivaciones a servicios de Urgencias u Hospitalización o el apoyo a familiares.

Para Hilario Blasco, “el Ministerio de Sanidad tiene que ser el garante de que estos profesionales tengan una correcta formación”. Además, recuerda que entre los 6 y los 12 años ocurren muchos cambios en la vida de un niño o una niña, por lo que aboga por un seguimiento establecido: “Lo mismo que tienen un calendario vacunal, habría que hacer un calendario de salud mental, con visitas más frecuentes que las vacunas para detectar problemas”. A la pregunta de cada cuánto tiempo debería acudir un menor a este tipo de consulta, el experto de UNIR asegura que “una vez al año podría ser interesante”.

Además, el también director médico del Centro Avanzado de Bienestar Emocional Emooti de UNIR se ha referido a otros factores fundamentales como la familia, el ámbito educativo y la sociedad en general. “Lo primero que tenemos que hacer los adultos es unirnos. Hay que regular todo lo relacionado con las redes sociales y buscar soluciones, no podemos banalizarlo y tratarlo como normal. También hay que analizar cómo se relacionan los niños y niñas, cada vez con menos presencia física, y la importancia del tiempo de calidad y los sentimientos cálidos en la familia”, dice Blasco.

Tras la familia, está el ámbito educativo: “La escuela es la familia extendida, la continuación de la tribu”. Por ello, Blasco llama a analizar si el modelo educativo es el más adecuado: “En la escuela hay que impulsar el bienestar emocional y también el rendimiento porque el fracaso escolar es fuente de frustración muy importante y un niño feliz va a rendir más”. En definitiva, Hilario Blasco apunta varios pilares básicos para alcanzar el bienestar emocional en la infancia y adolescencia: “Debemos ser contundentes ante el acoso, luchar por la integración y garantizar la adecuada socialización de todos nuestros menores”

Etiquetas
stats