Ambos equipos se disputaban el liderato del grupo C, una pugna en la que los actuales campeones de Europa, el Ciudad Real, partían con una ventaja de dos puntos, los mismos que el conjunto español consiguió sobre este mismo rival en su visita a Alemania.
Y como era previsible, no resultó nada fácil, ante un conjunto de los más reforzados esta temporada y que mantiene el gran potencial de las anteriores. En el Balonmano Ciudad Real prevaleció el juego disciplinado del conjunto, por encima de las individualidades del transatlántico alemán.
Talant Dujshebaev, conocedor del juego que despliega el conjunto que prepara Martin Schwalb, volvió a ofrecer un perfecto planteamiento, con una consistente defensa 5-1, en la que David Davis, ante la ausencia del lesionado Jonas Kallman, actuó como jugador más avanzado. Ante esto el Hamburgo optaba por mover el balón con lentitud, para asegurar el lanzamiento, dado el potencial y la envergadura de los cañoneros alemanes.
Así vino apadrinado las primeras ventajas para los hanseáticos, que en el minuto 3 venían por 0-2. Ciudad Real igualó a 2 en los siguiente 3 minutos y la igualdad se mantuvo hasta el minuto once, cuando por primera vez el Ciudad Real se puso por delante en el marcador (5-4). Una renta que los fallos en el lanzamiento impidió consolidar a los locales, que se estrellaron una y otra vez, cuando no con la defensa, con la portería alemana, lo que propició el despegue en el marcador (7-11) de los de Martin Schwalb, gracias a un parcial 1-7.
Una racha a la que respondió el Ciudad Real con una nueva vuelta de tuerca en defensa, lo que unido a la aparición de Arpad Sterbik, propició que el conjunto local diese al llegar el descanso la vuelta al tanteador (14-12) a base de rápidos ataques culminados por el pivote Julen Aguinagalde y los extremos manchegos. Una renta que no tardó en enjugar el Hamburgo en los primeros compases de la segunda mitad, en los que las defensas se impusieron con claridad, lo que impidió que ni locales ni visitantes lograsen escaparse en el marcador (20-20) llegado el ecuador del segundo tiempo.
Pero los actuales campeones tienen orgullo, rigor táctico y, sobre todo, a Arpad Sterbik en la portería, lo que les permitió retomar de nuevo la delantera en el marcador (25-22) a menos de ocho minutos para la conclusión. Circunstancia que obligó a los visitantes a arriesgar con la presencia en ataque de un portero-jugador para lograr una superioridad numérica, una apuesta que le salió a la perfección al Hamburgo, que redujo a tan sólo un gol (26-25) la diferencia en el marcador.
Pero era el momento de Chema Rodríguez quien con dos subidas de balón -marcó un gol y provocó un penalti-, que Parrondo se encargó de anotar al igual que la siguiente pena máxima, con lo que de nuevo el Ciudad Real se puso con tres goles de ventaja (29-26). Sin embargo, las precipitaciones son malas consejeras, y el Hamburgo no desaprovechó las prisas del cuadro local para ajustar de nuevo el marcador (29-28), que pudo haber estado todavía mas apretado de no ser por una magnifica intervención de Arpad Sterbik a tiro de Lijewski.
Un fallo que no desaprovechó David Davis para anotar en la jugada posterior el definitivo 30-28 que confirma el liderato del Ciudad Real, que cuenta en Europa sus partidos por victorias.