Hace unos días, Mihaikardor, un rumano afincado en Logroño, se encontró con un botín inesperado. En el río Ebro, en la zona de La Guillerma (entre El Cortijo y Logroño), logró pescar un sirulo que será difícil de olvidar.
Y es que es un ejemplar gigante, de aproximadamente 1,80 metros y cuya cabeza pesa 25 kilos. No es el único ejemplar de grandes dimensiones pescado en este día de suerte.