Primer escalón superado. Se ganó en el estreno de la final a 8 de la Copa del Rey y este sábado, a partir de las 17.00 horas, el BM Logroño buscará un hueco en la final frente a Ademar León, que superó a Guadalajara. No resultó sencilla la victoria frente a Anaitasuna por 32-20. Fue un triunfo encarrilado durante el primer tiempo, que se torció en los compases iniciales de la segunda mitad, pero, por suerte, se rectificó la dinámica merced al esfuerzo defensivo y al acierto en ataque para no sembrar dudas y confirmar que los de Jota González, en su última participación como franjivino en esta competición, quieren acaparar todos los titulares el domingo.
Los franjivinos comenzaron con buen pie. Mucho mejor que los navarros. El 7-3 a los 10 minutos era algo sintomático. Pese a ello, las diferencias nunca fueron tan elevadas porque los de Juanto Apezetxea supieron estar siempre en el partido. De hecho, engancharon un parcial de 0-3 para estar ahí, a la expectativa. Los riojanos mandaban, 10-7 y 11-9. Incluso al descanso daba la impresión de que el BM Logroño estaba un punto por encima de los pamploneses, 13-11.
Sin embargo, el paso por los vestuarios enfrió a los logroñeses. Con problemas en defensa, encajaban 8 goles en 10 minutos. Además, el ataque no fluía, por lo que no se podía seguir ese ritmo anotados. De ahí, el preocupante 17-19 e incluso el posterior 17-20 tras un gol de Nantes, que acabó con 11 dianas. Quizá por eso llegó el momento de tomar decisiones. Jota paraba el duelo en el minuto 42 con el 19-21 en contra. Mixta sobre el jugador más determinante de los navarros y mejor sintonía en el juego ofensivo.
El empate a 21 era una realidad. Es más, se firmó un parcial de 3-0 que obligaba a Juanto Apezetxea a utilizar la cartulina verde con el 22-21 porque el BM Logroño le había recuperado el dominio en el marcador en apenas 4 minutos. Los riojanos ya estaban metidos en otra dinámica. El 24-22 a falta de 10 minutos obligaba a Anaitasuna, que tenía que arriesgar en cada acción. Los franjivinos parecían dispuestos a sellar el pase a la siguiente ronda con el 26-23 con sólo 7 minutos por delante.
Anaitasuna tenía prisas. Marcaba goles, pero el BM Logroño respondía con acierto. El 31-27 daba el pase, aunque los navarros buscaron la manera de forzar la situación. Sólo consiguieron maquillar un marcador insuficiente para sus aspiraciones, puesto que el duelo se cerró con el 32-30.