La edad media a la que un menor accede a su primer móvil se sitúa en los 11 años. El 11,3 % de los usuarios de internet de entre 15 y 24 años se encuentra en riesgo elevado de hacer un uso compulsivo de servicios digitales, según un informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad de la Información (ONTSI). Y según otra investigación de la UNIR, los riesgos se solapan para los menores en internet: el 16,5% sufre a la vez grooming, abuso en pareja y ciberacoso. Motivos suficientes que han motivado a un grupo de investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja a desarrollar Safety.net, un programa para proteger a los menores de ocho riesgos en internet.
Joaquín González Cabrera es investigador del Instituto de Transferencia e Investigación de (ITEI) de UNIR y coordinador de la investigación y en una charla con Rioja2 y compara a Safety.net con la primera vacuna educativa. “Ahora la vida es mucho más compleja y nuestra intención es que este programa sea la primera vacuna educativa para el alumnado de primero de la ESO, que es donde está enfocado”. Y es que estos menores, prosigue, “están transitando de una etapa a otra y en primero de la ESO se producen una serie de cambios para los que esperamos poder ofrecerles una serie de herramientas y una visión sobre las problemáticas a las que están expuestos, tanto relacionales como por el uso inadecuado de las tecnologías”. En definitiva, insiste, “con este programa pretendemos que tengan menos problemas en el futuro, que utilicen la tecnología de una manera más amable, que les sume y multiplique, pero que no les reste ni divida”.
Y así es como ha visto la luz Safety.net, un programa que busca proteger a los menores de ocho riesgos de internet como el ciberacoso o la nomofobia. “Un programa de prevención multirriesgo que se puede aplicar en los centros educativos para que los menores adquieran ciertas competencias. Hemos sido pioneros en un abordaje común y global de los riesgos que presenta para los adolescentes, de acuerdo con la evidencia científica de que los riesgos se solapan para los menores, en tanto que resulta frecuente que un individuo presente más de un riesgo o problema al mismo tiempo”, tal y como recoge una investigación de la UNIR que asegura que el 16,5% de los menores sufren a la vez grooming, abuso en pareja y ciberacoso.
16 sesiones en cuatro módulos
El programa consta de 16 sesiones de una hora, divididas en cuatro módulos: 1) Competencias digitales; 2) Riesgos relacionales; 3) Riesgos disfuncionales; y 4) Cambio de actitudes y pensamientos. Cada sesión contiene una actividad a realizar para interiorizar los conceptos y promover la modificación de las conductas en los adolescentes. También cuenta con algunas sesiones de recuerdo grabadas por alumnado de la misma edad que actúan como ciberconsejos.
El primero de los módulos, competencias digitales, se centra en temas globales “necesarios y fundamentales porque la única manera de evitar problemas futuros es enseñando razón por la que en este primer módulo abordamos temas como la audiencia, la huella digital, la inmortalidad de los comentarios, la creación de perfiles falsos, tanto para evitar que los creen y prevenir así el ciberacoso, como para que sean conscientes de que en internet no es todo real. Esto nos ayuda también a prevenir posibles riesgos de sexting y online grooming”. En este primer módulo también se habla de privacidad y de los posibles riesgos que conlleva tener todas las redes sociales abiertas.
El módulo dos se centra en los riesgos relacionales y el ciberacoso es el más frecuente. “Pero además, en este módulo tratamos dos riesgos sexualizados como el sexting, un riesgo de autoexposición”. Se apuntan riesgos y también se visibilizan las consecuencias y se insiste en la prevención porque “también incidimos en la importancia de no caer en el sexting coercitivo y el no consentido. El online grooming es otro riesgo relacional ”y uno de nuestros caballos de batalla junto al abuso online dentro del contexto romántico de la pareja que es una forma particular de ciberacoso“.
El tercer módulo se centra en los riesgos disfuncionales, “en los problemas generados del uso inadecuado de las tecnologías, los problemas con los videojuegos, con las apuestas y la nomofobia”. Y el último módulo, plantea a los menores un cambio de actitudes y pensamientos. “Para ello les ofrecemos una serie de herramientas para mejorar la resolución de conflictos y la asertividad online porque no es lo mismo la información emocional que tenemos en el trato presencial que en otros ámbitos”.
Testado entre más 700 menores de entre 11 y 14 años
La versión definitiva del programa se ha probado en 726 adolescentes, de entre 11 y 14 años, procedentes de 12 centros educativos de cinco comunidades autónomas: Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Comunidad de Madrid y Principado de Asturias. Se ha probado y se ha medido también su eficacia porque se ha realizado un estudio de medidas repetidas en dos etapas (pre-test y post-test), que ha permitido contrastar la adquisición de conocimientos respecto a los riesgos de internet por parte de los menores tras su participación. Así, los adolescentes percibieron, en general, aprendizaje y mejora tras su finalización. Así, por ejemplo, el 54,7% de los menores manifestó haber “aprendido qué es el sexting y por qué es peligroso enviar fotos comprometidas y sexuales a otras personas”. El 47,21% indicó “entender mejor qué es grooming y qué puedo hacer si un adulto me chantajea”.
El 47,1% señaló “ser más consciente de que el control y el desprecio a la pareja a través de internet a veces empieza de formas muy sutiles”. O el 43,8% afirmó haber tomado conciencia sobre “las conductas que pueden causar problemas cuando nos conectamos demasiado a internet, y he aprendido algunas recomendaciones para evitar estar tan enganchado”.
Esta es la primera versión de Safety.net que ya tiene garantizada una segunda en la que ya están trabajando estos expertos. “Por desgracia, la ciencia va mucho más lenta que la sociedad de forma que en la nueva versión del programa incluiremos, entre otros, las redes sociales y las cajas de botín, un tema nuevo con el que se están normalizando las apuestas, algo muy peligroso porque la ludopatía es un tema muy serio”, asevera González. Pero además, y como proyecto vivo, también tendrán cabida el uso problemático de la pornografía o el uso inadecuado de la inteligencia emocional.
En la investigación han participado, además, Adoración Díaz López, Vanessa Caba Machado y Blanca Tejero Claver, de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR); Jessica Ortega Barón, de la Universidad de Valencia (UV), y Juan M. Machimbarrena, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).