“Todos los problemas que se tienen que solucionar se solucionan, siempre, en la sanidad pública”
Defensor de la sanidad pública, acaba de colgar la bata tras más de 40 años dedicándose al “arte de curar”. Fernando Martínez Castellanos ha concluido su vida laboral como jefe de Urología del Hospital San Pedro de Logroño, un hospital público, porque siempre lo ha tendio claro: “la sanidad pública es lo mejor que tiene este país”. Una afirmación tajante a la que le sigue un interrogante, la necesidad o no de copago. “Quizas sea necesario porque cada vez hay más prestaciones y más caras. La nuestra es una sanidad universal, para todos. A mí la sanidad pública me lo ha dado todo, y a la mayoría de los españoles, porque todos los problemas que se tienen que solucionar se solucionan simpre en la sanidad pública”. Por esta razón insiste en la necesidad de cuidarla, unos cuidados para los que son necesarios unos recursos que, “si faltan, se deberán aportar mediante un copago aunque sea una mínima cantidad”. Porque además este médico jubilado considera una “negligencia” utilizar porque sí o por capricho la sanidad pública, “hay que priorizar y la prioridad es la sanidad pública y esto significa invertir”.
Y es que el jefe de Urología del Hospital San Pedro hasta el pasado mes de agosto, conoce el coste de la sanidad pública y el privilegio de que sea gratuita e universal porque “si la ciudadanía fuera consciente del coste de los distintos tratamientos, quizás valoraríamos lo importante que es tener una sanidad pública”. Algunos ejemplos. “Cada cirugía, por mínima que sea, cuesta unos 5.000 euros, las cirugías locales, fimosis, vasectomías..., unos 600 euros; las cirugías laparoscópicas rondan los 10.000 euros, las cirugías robóticas, unos 20.000 euros. En la cirugía litiásica, sólo utilizar el láser cuesta algo más de 1.000 euros a los que hay que añadir el coste correspondiente de estar ingresado en el hospital los días que corresponda. No sabemos lo que tenemos”, insiste.
"Hemos mejorado de manera exponencial los tratamientos de los cánceres urológicos
Defensor de la sanidad pública y orgulloso de los avances de los últimos años. “Hemos mejorado de manera exponencial los tratamientos de los cánceres urológicos”. Así recuerda que cuando comenzó su residencia, el cáncer de próstata tenía una incidencia muy alta, incidencia que ahora es mucho menor. Lo mismo ocurre con los cánceres de vejiga, el cáncer de testículos está solucionado en un 90% aunque también reconoce que hay asignaturas pendientes como el cáncer de pene que es muy agresivo.
Avances en los cánceres urológicos, pero también en otras patologías como la disfunción erécti, algo para lo antes no había solución y ahora, con las medicaciones actuales y si no hay problemas vasculares importantes, asegura que la solución médica es muy buena. Asimismo, antes todos los casos de piedras en el riñón y similares eran quirúrgicos abiertos, pero tras la llegada de las litroticias todo cambió. “En el Hospital San Pedro pusimos hace unos tres años una nueva y es fantástica porque esta terapia es mínimamente invasiva al igual que los láseres acutales que permiten solucionar los problemas con menos traumas para el uréter, uretra y riñón. Todo el aparataje ha experimentado un avance fantástico, y en La Rioja también”.
Toda una vida dedicada a la medicina, más de 40 años dedicado a la sanidad pública y buscando las fórmulas para mejorarla. Una de ellas, su propuesta para reducir la lista de espera, “sobre todo en próstata que es donde nos estancábamos a nivel de prestación porque las camas son las que son al igual que los quirófanos”. Por esto, buscó alternativas para potenciar la cirugía mayor ambulatoria y propuso un procedimiento sin necesidad de ingreso. Así, “y para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata”, Martínez planteó antes de dejar el Hospital San Pedro, abordar la hiperplasia benigna de próstata con vapor de agua de manera ambulatoria de forma que se podrían tratar seis o siete casos con una misma sedación y los pacientes podrían ir su casa ese mismo día“. Propuesta con la que se podría ”equilibrar el presupuesto y la lista de espera que no hemos tenido más remedio que mandar a la sanidad privada“, confiesa. La propuesta estás sobre la mesa, procedimiento que cuenta ya se está empleando con éxito en otras comunidades autónomas.
Desde el pasado mes de agosto, Fernando Martínez Castellanos, no se levanta cada día para ir a trabajar al San Pedro, lo que no significa que haya renunciado a su vocación. Y es que al igual que puso sobre la mesa la posibilidad de tratar la hiperplaxia benigna de próstata con vapor de agua de manera ambulatoria, también ha planteado la posibilidad de seguir ayudando a través de la creación de una figura que sirva de nexo de unión entre la Atención Primaria y la Especializada, algo así como un urólogo senior en su caso. “Tengo 68 años, todavía me quedan unos años de poder ayudar, sin esa responsabilidad y exigencia del día a día. Y en este sentido, se podría crear esta figura, en mi caso, visitar cada cierto tiempo los centros de salud para solucionar los problemas urológicos que no sean urgentes sin necesidad de colapsar el hospital”. Una forma de seguir seguir en activo y seguir ayudando a la ciudadanía y también a los profesionales médicos jóvenes. “A los residentes les podemos trasmitir nuestra experiencia, yo como urólogo, los entresijos que no están en los libros, lo que he vivido con los pacientes, esta también es un enseñanza positiva que me gustaría poder prestar”.
La lucecita de curar que todavía alumbra
Confiesa que la “lucecita del arte de curar” se encendió antes de acabar Bachiller y todavía alumbra. Ha concluído su vida laboral como jefe de Urología el Hospital San Pedro de Logroño, una especialidad que reconoce eligió porque tuvo muy buenos profesores de la asignatura de Urología en la Universidad de Zaragoza donde estudió. “Después de haber estado interno en Traumatología”, otra asignatura que también le conquistó, optó por Urología “porque era una especialidad médico quirúrgica muy fuerte”. A este médico ya jubilado le gustaba mucho la medicina clínica y el quirófano.
Es importante estudiar todo el tiempo. Siempre llevo encima un libro de Urología, en vacaciones también, novelas y un libro de Urología, siempre
Y la Urología es una especialidad que comparte las dos cosas de una “manera fantástica”. Y así estuvo interno en el Hospital Clínico de Zaragoza, más otros cinco de MIR, también en Zaragoza “en el servicio de Urología del hospital Miguel Servet con el profesor Rioja, catedrático de Zaragoza de Urología”. Fueron cinco años, recuerda, “de absoluta dedicación a las guardas, al quirófano, a la prestación. Cinco años viviendo prácticamente en el Hopital, de forma que el tiempo que tenía de ocio lo pasaba en el Hopistal y estudiando”. Y es que, sentencia, “es importante estudiar todo el tiempo. Siempre llevo encima un libro de Urología, en vacaciones también, novelas y un libro de Urología, siempre”.
Y así, más de 40 años ejerciendo la medicina y la rama que más le apasiona. Más de 40 años en Logroño a los que le llegó el punto y final el pasado mes de agosto. “El tiempo pasa y no te das cuenta, la vida pasa rápida si personal y laboralmente la vives con intesidad como es mi caso”. Más de 40 años en la sanidad pública. “Reconozco que la sanidad privada tiene su importancia, pero yo opté por la pública” y aunque tuvo “invitaciones” siempre optó por la pública porque su mujer también trabajaba y la la educación de los hijos y el poder pasar tiempo con ellos era muy importante, además de su pasión por el estudio y el deporte. Pasiones a las que ahora dedica más tiempo y a las que ha sumado las labores de jardinero en la finca. “Estoy contento porque en esta nueva etapa de la jubilación, la capacidad de adaptación y la capacidad de ocio son importantes y yo las tengo además de la lectura que es fundamental en la vida”. Sigue siendo miembro de la Sociedad Española de Urología, continúa formando parte del Colegio Oficial de Médicos de La Rioja y está dispuesto a todo, “abierto a charlas, conferencias, a lo que la sociedad necesite, pero ahora cuando yo pueda porque lo primero ahora es mi tiempo”.
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