La reventa, el cambio y las alternativas solidarias, en muchos casos gracias a las oportunidades que ofrece Internet, son soluciones cada vez más utilizadas para dar salida a esos regalos navideños que nunca se pidieron.
Más del 30 por ciento de los españoles confesó haber recibido regalos que no querían durante las pasadas fiestas navideñas, una desagradable sorpresa que se encontró un mayor número de hombres (31 por ciento) que de mujeres (25 por ciento).
Es la conclusión de un estudio reciente elaborado por la empresa especializada en estudios demográficos TNS para la casa de subastas online eBay, que pone en evidencia la necesidad de buscar alternativas para deshacerse de esos obsequios que, aún bienintencionados, no terminan de convencer al que los recibe.
Los más afortunados obtuvieron, junto con su regalo, el recibo de compra que abre las puertas a su devolución. Otros se habrán saltado el protocolo y, declinando amablemente la oferta, habrán pedido a su benefactor que lo cambie.
Un 19% optó por revenderlo, en eBay o en otras plataformas similares, nada más estrenado el año nuevo. No serán pocos, sin embargo, los que se habrán visto en el compromiso de poner buena cara y guardarlo.
Con este drama postnavideño en la cabeza, la empresa de comercio electrónico Amazon ha desarrollado una patente, recientemente admitida a registro por la Oficina de Patentes de Estados Unidos, para desarrollar un sistema informático capaz de “convertir regalos” indeseados, esto es, interceptarlos y devolverlos incluso antes de que alcancen su destino.
Será decisión del receptor si ejerce personalmente la función de filtro o delega parte de la responsabilidad en un algoritmo diseñado por la compañía que, basándose en los hábitos de compra y aficiones detectadas en el destinatario, podrá valorar si recomienda el regalo elegido por el remitente (y deja por lo tanto que siga su camino), si no se pronuncia o si lo desaconseja rotundamente, en cuyo caso bloqueará el envío y cambiará el producto por una tarjeta regalo del mismo valor.
Amazon
no ha dado fechas ni se ha pronunciado sobre la fase en que se encuentra actualmente la implementación de este sistema, del que ha destacado que ofrece a los clientes la posibilidad de “arriesgarse con un regalo inesperado pero que el receptor podría disfrutar de verdad, en lugar de un regalo más predecible pero con menor probabilidad de acabar convertido en otra cosa”.
Con un tinte más creativo, la agencia de publicidad Shackleton ha puesto en marcha el 'Cacambiator', una “máquina sobre ruedas”, con aspecto de furgoneta 'retro', que recorrerá las calles de Madrid y Barcelona para permitir a más de 800 personas de casi 100 empresas e instituciones que intercambien sus peores regalos por otros más decentes o simplemente divertidos.
Nacho Guilló, director creativo de la campaña, entiende su idea como la respuesta necesaria “a una verdad incómoda: que tu madre, tu cuñado y tu compañero de despacho tengan buena voluntad no significa que tengan buen gusto en absoluto”.
Y, además, lo que a algunos le parece inútil y hortera, puede ser extremadamente valioso para otros. Por eso la agencia venderá los regalos que recoja en diferentes rastrillos solidarios y donará íntegramente los beneficios a la ONG Acción contra el Hambre.