El presidente del PP y del Gobierno riojano, Pedro Sanz, afirma, en una entrevista, que se crece ante las dificultades, como ocurre ante la actual situación de crisis económica, y asegura que no está cansado, “en absoluto”, después de casi veinte años en estos cargos.
Sanz es el único candidato que se presenta a la reelección como presidente del PP riojano, cargo que ocupa desde 1993, y que será revalidado en el 15 Congreso que los populares celebrarán el próximo día 28 en Logroño, con el lema “Comprometidos con La Rioja” y la asistencia de 912 compromisarios.
El presidente del Gobierno de La Rioja desde 1995, tras lograr cinco mayorías absolutas consecutivas, ha añadido que el verdadero ejercicio del político, del “político de raza”, se produce en momentos de dificultad, ya que, “cuando las cosas van bien, el político tiene poco mérito porque las cosas ruedan por si mismas”.
“Ante las dificultades y los retos me crezco”, insiste Sanz, para quien “la persona valiente, que tiene las ideas claras y que confía en si misma, se crece en esos momentos”.
Recuerda que accedió al Gobierno en 1995 en un momento también “difícil” y “complejo” en áreas como el paro, la deuda y con poca capacidad como comunidad autónoma.
“No se me ha olvidado que aquello fue un reto duro, menos que la situación actual, posiblemente, en otras circunstancias, pero supimos resolver los problemas con valentía, sensatez y prudencia en muchos órdenes”, asegura el presidente autonómico.
También se ha referido a que no está cansado después de 19 años al frente del PP de La Rioja y de 17 como presidente del Gobierno regional, que es, con independencia de su esposa y su hija, “lo más grande” que le ha pasado en su vida y algo que tiene que agradecer a su partido, que confió en él para optar a la Presidencia del Ejecutivo autonómico.
“Ha sido el mejor regalo que me ha dado este partido y sería un ingrato si dijese '¡ahí os quedáis y me voy!' porque ya no depende de mi voluntad, sino de la del partido”, precisa Sanz, quien es partidario de irse antes de que le echen.
Si el PP considera que “las cosas van bien” con Pedro Sanz y que tiene que seguir liderando y trabajando por el partido y por La Rioja, no tiene otro remedio que continuar, le guste más o menos, esté más o menos cansado, “hasta que llegue el momento, que, por lo visto, no está tan cerca”, ha avisado.
Su deseo es que el congreso del día 28 traslade a los riojanos un mensaje de confianza, de seguridad, de tranquilidad, de que “la hoja de ruta está perfectamente marcada y de que el camino que hay que recorrer está perfectamente definido”.
El presidente riojano del PP ha reconocido que “ese camino no será fácil, habrá piedras y obstáculos”, pero cree que es el que hay que recorrer si se desea llegar a la meta, que se alcanzará con la “medicina” que se ha puesto en marcha en estos momentos y que el congreso de su partido ratificará.
Al PP -ha aseverado- le gustaría poner en valor su programa de gobierno en circunstancias normales, pero tiene propuestas para trasladar a los ciudadanos en su programa para salir de la crisis.
“Este programa no coincide con nuestro programa puro y duro, sino que es un programa que lleva a cabo medidas a veces duras, no agradables, impopulares y dolorosas, pero que las tenemos que poner en marcha si queremos superar la situación de crisis económica que nos ha dejado el PSOE”, puntualiza.
Sanz ha reconocido que “no habrá grandes cambios” en el nuevo organigrama que presente en el congreso, sí que “habrá algunos cambios que den un revulsivo, una adaptación a los nuevos tiempos, pero sin más”, porque “si las cosas funcionan bien, para qué cambiarlas”.
Los compromisarios, que lo serán en el mayor número de la historia del PP riojano, debatirán una ponencia de reglamento y organización y otra política, titulada “Liderando con el ejemplo”.