El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, ha considerado que si no hubiera crisis “la reforma laboral no existiría”, por lo que se ha mostrado “seguro” de que “en tiempos de bonanza se cambiará” esta reforma e, incluso, cree que se aceptarán algunas enmiendas “positivas” en su tramitación parlamentaria.
Sanz ha pedido “reflexión y esfuerzo colectivo” ante la coyuntura económica, porque ha advertido de que, de lo contrario, “difícilmente” se podrá salir de la situación en la que está el país.
A preguntas de los periodistas tras presentar las primeras iniciativas de la Capitalidad Gastronómica de Logroño-La Rioja, el presidente regional y líder del PP en la comunidad ha respetado la manifestación convocada ayer por UGT y CCOO contra la reforma laboral, pero ha añadido que la presencia del PSOE es ese acto de protesta es “oportunista”.
Porque ha recordado que el Partido Socialista tuvo la oportunidad de solucionar la actual situación cuando gobernó España, y no fue “capaz de hacerlo”.
Sanz, quien ha insistido en que le parece “razonable y racional” que los sindicatos se movilicen, ha dicho en que la actual crisis es la que ha llevado al Gobierno de Mariano Rajoy a adoptar varias decisiones para intentar solucionar la situación económica, pero ha abogado por confiar en la “buena voluntad” del Ejecutivo.
“No creo que el Gobierno plantee una reforma laboral para destruir empleo y cerrar todas las empresas, porque sería suicidarse a sí mismo. Creo que eso no lo hace nadie que tenga un poco de buena voluntad y al PP ahora se le reconoce (esa buena voluntad)”, ha opinado Sanz.
Y ha insistido en que esta reforma es aún más necesaria después de que, a su juicio, “otros partidos en el Gobierno han dejado que las cosas se fuesen deteriorando solas”.
Sanz entiende que la reforma laboral va encaminada a defender los empleos y a crear más, y, en relación a las críticas, opina que “nadie tiene la varita mágica” de lo que va a ser “malo” o “bueno”. “Pero algo hay que poner encima de la mesa”, ha afirmado.