Los expertos en fitoterapia de toda España, agrupados en torno a la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT), el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y los representantes de las vocalías de Fitoterapia de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos que disponen de ellas (Sevilla, Madrid, Barcelona, Asturias, Granada, Málaga, La Coruña y Murcia) han elaborado el Primer Documento de Consenso sobre la Seguridad y Eficacia de los Productos basados en Plantas Medicinales.
Con este documento se pretende transmitir a los consumidores que pueden confiar en los medicamentos basados en plantas medicinales para prevenir y tratar trastornos de salud leves y moderados, al tiempo que se rechaza la publicidad engañosa de algunos productos de supuesto origen natural que, en su mayoría, se venden fuera de la farmacia y no cumplen un control sanitario riguroso.
Según se refleja en el consenso de Sevilla “es la exageración de las propiedades atribuidas a algunos preparados de plantas que algunas empresas hacen, (por ejemplo, en el adelgazamiento, garantizando pérdidas de 10 kg en un mes), llegando hasta el límite del engaño, lo que es un fraude.
Las plantas usadas tradicionalmente como medicinales no constituyen en sí mismas productos milagro ya que están dotadas de acciones muy concretas sobre el organismo. Es la publicidad de algunos productos que las contienen las que las convierten en producto milagro, constituyendo un preocupante riesgo, y un fraude, hacia los consumidores y un desprestigio que afecta a aquellos medicamentos y productos a base de plantas que promueven un uso racional de la fitoterapia y cuya información es veraz y conforme a la legislación“.
La legislación española establece que sólo los medicamentos, sean de origen sintético o vegetal, pueden publicitar propiedades terapéuticas y éstos sólo se pueden dispensar en farmacias. Sin embargo, son precisamente algunos productos que suelen encontrarse fuera de la farmacia los que publicitan beneficios exagerados para la salud o la pérdida de peso, al margen de la ley.
Por eso, los expertos acuerdan que “se hace necesario un mayor control y tomar las medidas oportunas para que este tipo de publicidad desaparezca totalmente. Las autoridades sanitarias tienen el deber de actuar en contra de lo que les parece un engaño, pero de forma puntual, sobre esos casos concretos en los que se piense que se está incumpliendo la ley, evitando emitir mensajes informativos de tipo general que no sólo deforman la realidad sino que confunden a la población y perjudican a las empresas que comercializan estos productos dentro del marco de la Ley”.
En el caso del sobrepeso, asegura Teresa Ortega, vicepresidenta de INFITO, “existen diferentes tipos de preparados de plantas medicinales de venta en farmacias que están homologados y que pueden ayudar a reducir el peso de manera gradual acompañados de dieta y ejercicio. Hay plantas saciantes, que producen una sensación de llenado de nuestro estómago y reducen el apetito, como el plantago o el glucomanano. Y algunas favorecen la termogénesis o la combunstión de las grasas, como el té o el mate”.
Sin embargo, “la fitoterapia no puede centrarse sólo en el tratamiento coadyuvante del sobrepeso, ya que tiene amplias posibilidades en distintos trastornos de salud cuando se usa racionalmente y bajo el consejo profesional de un médico o un farmacéutico”, afirma María José Alonso, vocal de Fitoterapia del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.
Para Manuel Pérez Fernández, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, “los consumidores pueden acudir a la farmacia con la tranquilidad de saber que el farmacéutico, como profesional de la salud formado en fitoterapia, puede recomendar las plantas más indicadas para un paciente u otro, y que la farmacia es el único canal autorizado para dispensar medicamentos y, por tanto, el único que ofrece garantías de calidad y eficacia”.