Titular en la zaga serrana, suplente en la mesa electoral. Lo que menos pensaba al comenzar la temporada Álex Pérez, jugador del Club Deportivo Anguiano, era que el partido más difícil que le iba a tocar disputar en esta campaña no iba a ser contra un equipo de fútbol sino contra la Junta Electoral. Tres recursos lleva presentados el defensa central a este organismo para que el próximo domingo, día de las elecciones al Parlamento Europeo y partido de vuelta de la primera ronda del playoff de ascenso a Segunda B, pueda estar en Ibiza, donde juegan sus compañeros contra la Penya Deportiva, y no en un colegio electoral para ver si el presidente de su mesa ha faltado a la cita.
Todo empezó el 26 de abril, un día antes de jugar contra el CD Villegas. El sorteo celebrado en el Ayuntamiento de Logroño para decidir qué ciudadanos formaban parte de las mesas electorales deparó que Álex fuera suplente primero de un presidente. Sin saber aún si jugarían la fase de ascenso a la categoría de bronce, el defensa recurrió su situación por si finalmente el CD Anguiano clasificaba entre los cuatro primeros del grupo XVI de Tercera. En esta primera instancia alegó que se trataba de un profesional que debía participar en un acontecimiento público a celebrar el día de la votación, pero la instancia fue denegada. Esta cláusula señala que el evento debe estar previsto con anterioridad a la convocatoria electoral, por lo que el miembro de la mesa podría faltar siempre y cuando no pueda ser sustituido y la no participación del mismo obligue a suspender el acontecimiento, produciendo perjuicios económicos relevantes.
El siguiente choque contra la Junta Electoral fue la semana pasada. Tras conocer el resultado del sorteo y que el fútbol le llamaba desde Ibiza, Álex presentó su siguiente intento para ausentarse de la mesa. En esta ocasión indicó que, como además de ser jugador del equipo es también su fisioterapeuta (cosa de los clubes pequeños), debe prestar durante la jornada electoral un servicio esencial de la comunidad de carácter sanitario. “Soy el responsable de la salud del equipo”, dice. La respuesta que obtuvo fue otra negativa sin más explicaciones. Su última esperanza la depositó ayer por la mañana y duró apenas unas horas. Ni siquiera admitieron ese último balón colgado buscando la cabeza del delantero a trámite. Esta vez documentaba que tiene un curso de reanimación cardiopulmonar (CRP), por lo que en caso de que ocurriera algo grave durante el partido, siendo él el máximo responsable médico del equipo, debía estar presente en el encuentro.
Reconoce sentirse impotente como jugador. “Todo el año preparando esto y ahora no puedes hacer nada. Además me ha tocado como suplente, que seguramente será ir allí a primera hora y marcharme”, señala. En su periplo personal de las últimas semanas también ha pasado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Federación Riojana de Fútbol (FRF). Allí no han sabido darle respuesta porque no hay precedentes. “Yo no sólo quiero que la ley me dé la razón sino que no se vuelvan a dar estas situaciones, porque lo más seguro es que no sea el último”. ¿Suspender las competiciones deportivas durante la jornada electoral? Podría ser una manera de solucionarlo para próximas ocasiones.