Suspenden el 'Precio del paraíso'

Rioja2

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El Juzgado de instrucción número siete de Madrid paralizó ayer la emisión del reportaje que Telecinco pensaba emitir a la una de la madrugada. En el espacio de investigación, Marta Chamorro, una joven de 25 años, explica sus experiencias personales y las similitudes de las mismas con las de Catalina, la protagonista de 'Sin tetas no hay paraíso'.

El reportaje secuestrado está producido por EL MUNDO TV y Telecinco, la participación en el mismo de Marta Chamorro se realizó al amparo de un contrato de colaboración. En éste se especificaba que la joven “explicaría de forma libre, voluntaria y personal sus vivencias, sin ningún tipo de guión”, según señalan los responsables de la productora. Paradójicamente, Marta Chamorro solicitó las medidas cautelares ante la inminencia de la difusión del reportaje alegando “que interpretaba un papel, siguiendo un guión”.“Chamorro se presentó a un casting en una productora ficticia, People TV, especializada en descubrir nuevos rostros para la televisión”

se asegura en la web perteneciente a la cadena, donde se cita a Chamorro: “Mi novio no sabe que voy a la caza y captura. A mí no me interesa tener sólo a uno, sino a varios que sean mi fuente de ingresos”.

La cadena advirtió a los espectadores a través de un rótulo de “las medidas cautelares dictadas por el juez”, previsiblemente tras alguna denuncia por intromisión en la intimidad, que le “obligaban a suspender el reportaje” anunciado para ese momento. En su lugar, se repuso la entrega de “Diario de” dedicada al tráfico de mujeres.

EL PRECIO DEL PARAÍSO...

'El precio del paraíso' ha descubierto la historia una atractiva joven universitaria madrileña, cuya vida bien podría haber servido de inspiración para el personaje de Catalina (Amaia Salamanca).

La protagonista, Marta, desvela en este reportaje su actual objetivo en la vida: cazar a un hombre adinerado a cambio de sexo para resolver fácilmente su futuro. Para ello, no dudará en intentar aumentar el volumen de su pecho porque, como en la ficción, “Sin tetas no hay paraíso”.

Como muchas otras en su misma situación y con los riesgos de las mafias de prostitución siempre latente, la joven intercambia actualmente su compañía -con sexo incluido- por caprichos. Eso sí, en la búsqueda de su particular Duque como en cualquier cuento de hadas que se precie.