La cárcel de Insein en Rangún tiene entre sus presos a una premio Nobel de la Paz. Aung San Suu, quien obtuvo este galardón en 1991, ha sido detenida por las autoridades birmanas por incumplir las condiciones de su detención domiciliaria al recibir la visita de un estadounidense sin contar con autorización previa para ello.
La causa se remonta a la semana pasada, cuando las fuerzas de seguridad birmanas detuvieron nadando en el lago aledaño a la residencia de San Suu al estadounidense John Yettaw, quien declaró haber pasado dos días junto a la premio Nobel. Varios diplomáticos norteamericanos se reunieron ayer con Yettaw, aunque no ha trascendido el contenido de este encuentro.
Su detención ocurre justo doce días antes de que expire el plazo máximo de arresto domiciliario, según las leyes birmanas. Junto a ella fueron detenidas las dos mujeres que han cuidado de ella durante estos seis años, durante los cuales San Suu sólo ha podido recibir ocasionalmente a su médico y a emisarios de la Junta Militar.
San Suu permanecerá en Insein hasta el próximo lunes, fecha en la que se supone que comenzará el juicio por este nuevo delito que se la imputa. La opositora birmana lleva cumpliendo arresto domiciliario desde 2003 por su oposición al régimen, y muchos apuntan que esta nueva imputación se debe a un plan de la Junta Militar de Birmania para impedir que San Suu se presente a las nuevas elecciones que se celebrarán en el país en 2010.
En esta ocasión la opositora birmana se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel. Sin embargo, su situación se ve agravada por su delicado estado de salud. “Tiene una extrema deshidratación, alta presión arterial, no come, no bebe”, explicó Maran Turner, directora ejecutiva de la organización Freedom Now, organización que ha asumido la defensa en el exterior de Aung San Suu Kyu.