La imagen de la joven Lucía Ruiz Azcárate, profesora de Primaria en un colegio de Logroño, trata de concienciar durante este mes en las calles de Madrid sobre la importancia de la labor de las cuidadoras.
Su historia forma parte del proyecto 'Cuidadoras. 7 relatos de vida', organizado por el Ministerio de Igualdad y PHotoEspaña y que se plasma en el mobiliario urbano de la capital mediante el foco de la fotógrafa Sofía Moro, ganadora del Premio FotoPress en 1999 y Foto Nikon en 2009.
La muestra “nace a partir del contexto excepcional ocasionado por el covid-19 y ante la necesidad de visibilizar un colectivo históricamente olvidado. Ahora más que nunca la realidad en la que vivimos ha vuelto a subrayar la importancia que tienen en la sociedad los cuidados y el valor de quienes los ejercen sobre nosotros”.
En el caso de la joven docente, relata que da clase a 25 niñas y niños de entre 5 y 6 años. “El cansancio físico y psicológico al final de la jornada se compensa con la satisfacción de ver cómo aprenden a leer y a escribir, cómo aprenden cada palabra. Son como esponjas que absorben conocimiento y ser parte de ello es muy gratificante. Además del contenido académico, cuando por edad los alumnos son tan dependientes, eres su referente y acuden a ti como si fueses su madre”, cuenta.
“Ahora con la pandemia la situación es más difícil: no puedes abrazarles, cuesta más enseñarles valores como la importancia de compartir, en el patio tenemos que ser más creativas y proponerles juegos que no impliquen contacto… Aún así, se les nota contentos por poder volver al colegio y convivir con otros niños y sus progenitores también están muy agradecidos”, añade.
“Ser profesora lo llevo en la sangre, porque mi madre también es maestra de escuela. Soy profesora gracias a ella. Vivo con mis padres y cuando llego a casa podemos estar comentando en bucle anécdotas de la jornada. Cada vez que la necesito, me echa una mano, me ofrece recursos, me da otro punto de vista… Yo cuido a mis alumnos y ella me cuida a mí”, concluye.
El proyecto ocupa el mobiliario urbano de la ciudad de Madrid, “interpelando directamente al público para generar un diálogo intergeneracional y de comunidad en el que reflexionar sobre la importancia que tienen estas cuidadoras en la sociedad del bienestar, hoy más que nunca”, recalcan sus promotores.
Fotografía: Sofía Moro