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OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El financiero de los ERE pide la libertad porque está arruinado a pesar de los bienes hallados en su zulo de Barcelona

La del financiero Eduardo Pascual Arxé sería una triste historia. La de un próspero hombre de negocios que hace diez años estaba en la cresta de la ola gracias a su dedicación a empresas y mutuas del sector asegurador y que se comprometió a salvar el banco catalán Eurobank y, para colmo, se ha visto envuelto en el caso de los ERE irregulares de la Junta de Andalucía. Esta es la razón por la que está encarcelado desde el pasado 9 de abril por orden de la jueza Mercedes Alaya, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla.

Según alegó en su último recurso contra el auto de prisión eludible bajo fianza de 300.000 euros dictado por la jueza Alaya, encargada de la investigación del caso de los ERE, la situación económica de Pascual es tan desesperada que no tiene más remedio que permanecer encarcelado porque está en la ruina, especialmente al llevar dos años en paro. Pero el hallazgo de múltiples y exclusivos bienes durante el registro de una caja fuerte oculta en un zulo en el domicilio de Pascual en Barcelona desmonta completamente el relato de su supuesta ruina económica.

La historia sería realmente triste si los distintos jueces que instruyen los procedimientos que se siguen en los tribunales contra Pascual Arxé, hasta tres, no acreditaran que el financiero se ha apoderado de buena parte de la caja de las compañías que ha administrado. Porque el financiero catalán es el principal encausado en dos escándalos económicos más, además del caso de los ERE, que instruye la jueza Alaya.

En la Audiencia Nacional es el principal imputado por el expolio de Eurobank, cuya instrucción está en manos del titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz. Y también por la quiebra fraudulenta del grupo de aseguradoras nacido precisamente del hundimiento de la entidad financiera, las mutuas como Fortia o Excel Life, que, aunque dieron origen a Vitalia, la entidad utilizada en el caso de los ERE, está siendo investigado por el titular del Juzgado de Instrucción número 6, Eloy Velasco.

Fue precisamente el juez Velasco quien en abril, mientras la jueza Alaya ordenaba el ingreso en prisión de Pascual por los ERE, autorizó a los Mossos d’Esquadra a registrar el domicilio del financiero en Barcelona, donde descubrieron la cámara acorazada oculta que atesoraba cheques, cuentas bancarias y obras de arte, además de abundante documentación relativa a los casos judiciales en los que está implicado el oscuro empresario.

Pascual conocía el hallazgo de los Mossos d’Esquadra cuando recurrió la fianza de responsabilidad civil que en septiembre le impuso la jueza Alaya por su participación en el caso de los ERE: 111 millones de euros. En ese recurso, Eduardo Pascual no sólo reitera la penosa situación económica que dice sufrir, sino que asegura que su aseguradora, Vitalia, no es la responsable del cobro de sobrecomisiones de la Junta de Andalucía en la gestión de los ERE falsos. Pascual deriva esa responsabilidad a otras tres compañías relacionadas con Vitalia pero con las que asegura no tener vinculación alguna con el proceso de toma de decisiones.

Tampoco ha respondido Pascual de la responsabilidad civil por la liquidación fraudulenta de Eurobank, cifrada en más de doce millones de euros. El caso del expolio de Eurobank está ya en fase de señalamiento de juicio oral. Cuando la acusación particular en este caso tuvo conocimiento del hallazgo realizado por el juez Velasco en el zulo de Pascual en su domicilio de Barcelona, reaccionó de forma indignada y pidió al juez Ruz que exigiera a su colega del juzgado número 6 testimonio del registro para poder así hacer frente a parte de la responsabilidad de Pascual, así como que se ordenase desde el Juzgado de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional prisión sin fianza contra el financiero catalán.

Y es que entre toda la documentación localizada por los Mossos d’Esquadra en la cámara secreta del domicilio de Pascual había, además de cheques, divisas, documentación relativa a cuentas bancarias y abundantes obras de arte, un abultado volumen de documentación tanto en soporte documental como informático –en forma de diversos pendrives– relativa a la gestión de Pascual en Eurobank y de la que el juez Ruz no ha tenido noticia durante la instrucción de la causa.

Además, la acusación particular del caso Eurobank siempre ha sostenido que Pascual posee abundante patrimonio en el extranjero, que se canalizó en su día a través de las filiales de sus aseguradoras en Bélgica y Luxemburgo y que, si hasta ahora no ha abonado la responsabilidad civil en ninguno de los procedimientos en los que está implicado y ni siquiera ha pagado la fianza de 300.000 euros que le podría permitir abandonar la prisión, es precisamente para no dar pistas a la justicia sobre dónde se halla su dinero.

Aunque Pascual se encuentra ya en prisión, puede abandonarla en cualquier momento si abona los 300.000 euros de fianza que le impuso la jueza Alaya. Por eso la acusación de Eurobank pide al juez Ruz que dicte por su cuenta prisión incondicional contra el financiero para que no pueda abandonar el centro penitenciario aunque reúna la fianza exigida por Alaya, ahora que se ha descubierto buena parte de la documentación que podría permitir a los jueces localizar su patrimonio oculto.

La del financiero Eduardo Pascual Arxé sería una triste historia. La de un próspero hombre de negocios que hace diez años estaba en la cresta de la ola gracias a su dedicación a empresas y mutuas del sector asegurador y que se comprometió a salvar el banco catalán Eurobank y, para colmo, se ha visto envuelto en el caso de los ERE irregulares de la Junta de Andalucía. Esta es la razón por la que está encarcelado desde el pasado 9 de abril por orden de la jueza Mercedes Alaya, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla.

Según alegó en su último recurso contra el auto de prisión eludible bajo fianza de 300.000 euros dictado por la jueza Alaya, encargada de la investigación del caso de los ERE, la situación económica de Pascual es tan desesperada que no tiene más remedio que permanecer encarcelado porque está en la ruina, especialmente al llevar dos años en paro. Pero el hallazgo de múltiples y exclusivos bienes durante el registro de una caja fuerte oculta en un zulo en el domicilio de Pascual en Barcelona desmonta completamente el relato de su supuesta ruina económica.