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José Manuel Franco: “No vería mal que hubiese miembros de Podemos en el Gobierno de España”

José Manuel Franco, secretario general del Partido Socialista de Madrid

Ignacio Escolar / Irene Castro

José Manuel Franco (Lugo, 1957) fue el hombre escogido por Pedro Sánchez para intentar pacificar la siempre convulsa federación madrileña tras su batalla con Susana Díaz. El hoy secretario general del PSOE-M consiguió aunar a las distintas facciones del partido en torno a su candidatura y, dos años después, los socialistas han logrado ganar en la Comunidad de Madrid por primera vez desde 1987, aunque el triunfo no le garantiza el Gobierno. Franco aún confía en lograr una alianza con Ciudadanos y Más Madrid que haga a Ángel Gabilondo presidente y se muestra abierto a dar la alcaldía a Begoña Villacís. La gran sacrificada sería Manuela Carmena. La “ronda de contactos” comenzará formalmente este miércoles.

El barón madrileño, en contra de lo que dicen otras voces de su partido, reconoce que no le importaría que hubiera dirigentes de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez y ve difícil un hipotético acuerdo nacional con Ciudadanos: “Si las políticas que vamos a desarrollar en el Gobierno de España tienen un corte más de centro izquierda y el señor Rivera se empeña en reivindicar políticas de derechas, es difícil llegar a acuerdos”. Franco admite el mal resultado de Pepu Hernández en la capital, aunque no se lo atribuye en exclusiva al candidato, sino que plantea hacer “autocrítica” y envía un mensaje a la federación, acostumbrada a las cuitas internas: “No podemos ensimismarnos, como hemos hecho, buscando a veces intereses personales de agrupación al margen de los intereses de Madrid como ciudad”.

El PSOE ha ganado las elecciones en la Comunidad de Madrid y Carmena lo ha hecho en el Ayuntamiento. Sin embargo, todo el mundo da por hecho que ni Gabilondo ni Carmena van a poder gobernar. ¿Cuál es su opinión? ¿Son posibles todavía gobiernos alternativos al de PP, Ciudadanos y Vox en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid?

Sí. Me parece una injusticia que tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad la lista más votada no pueda gobernar. Los socialistas tenemos que agotar todas las posibilidades para formar gobiernos de cambio, gobiernos de progreso, porque la posible alianza de las tres derechas no va a suponer ningún cambio. Habrá un cambio de nombres como mucho, pero va a seguir gobernando el Partido Popular, el partido que en los últimos años no ha traído más que noticias de corrupción a la política madrileña. Es posible todavía que haya un ejercicio de responsabilidad por parte de todas las fuerzas políticas que quieran cambiar las cosas, que quieran mejorarlas y que pueda ser Ángel Gabilondo presidente de la Comunidad de Madrid. Si esto conlleva que Manuela Carmena sea alcaldesa de Madrid, pues viva la democracia.

¿Han hablado ya con Ciudadanos sobre la posibilidad de algún acuerdo para intentar lograr una mayoría diferente a la de PP, Ciudadanos y Vox?

Todavía no hemos hablado. El miércoles iniciaremos ya la ronda de contactos formales con todas las fuerzas políticas y, por supuesto, también con Ciudadanos. Hemos hecho más de un llamamiento ya a esa responsabilidad democrática. Ángel Gabilondo ha tenido una conversación telefónica con Aguado pero absolutamente informal, nada serio, y a partir del miércoles ya nos sentaremos con propuestas serias. Vamos a decir al resto de grupos políticos que tenemos un proyecto para Madrid que no es extremista. Es un proyecto que no fríe a impuestos a nadie, que fue un tema que se utilizó en la campaña de manera torticera. Se llegó a llamar a Gabilondo un extremista peligroso. Gabilondo tiene algún defecto; pero tiene grandes virtudes, y entre sus posibles defectos, por supuesto que no está ser un extremista, ni amigo de los separatistas, ni nada por el estilo. Nosotros tenemos esa responsabilidad de intentar hasta el último minuto que haya un gobierno de cambio y de progreso en la Comunidad de Madrid.

Pero Ignacio Aguado (Ciudadanos) ya ha cerrado la posibilidad a ese Gobierno. Este domingo aseguró que va a pactar con el PP y que, evidentemente, esto se logrará con el apoyo de Vox. A pesar de las palabras de Aguado, ¿cree que hay alguna posibilidad?

Sí, porque la suma del PSOE y Más Madrid en la Asamblea de Madrid es 57 diputados; la suma PP más Ciudadanos, 56. No les queda otra alternativa que buscar el apoyo de Vox. Y, por otra parte, el señor Aguado y Ciudadanos siguen diciendo que con Vox no van a pactar. Están incurriendo en una contradicción permanente.

La misma contradicción que tienen en Andalucía donde el PP habló con Ciudadanos, por un lado, y con Vox, por otro. Y así Ciudadanos mantiene que no ha pactado con Vox.

Pero en Andalucía Vox no ha entrado en el Gobierno. Ahora parece que quieren entrar en el gobierno tanto municipal como autonómico. Yo no sé si Ciudadanos, ante esa situación, va a seguir apostando por la suma de las tres derechas. Ciudadanos debería pensárselo. Creo que sería más conveniente para Ciudadanos darse un barniz de centro-izquierda, dar un carácter progresista a sus políticas e intentar que en Madrid haya un Gobierno progresista. Ellos tienen lógicamente toda la autonomía. Tienen derecho a decidir su futuro, pero creo sinceramente que sería bastante injusto que una persona como Gabilondo, que quiere cambiar las cosas de verdad y quiere formar un Gobierno contando con todos, no pudiera gobernar la Comunidad de Madrid.

Usted dice que dar un barniz de centro-izquierda sería bueno para Ciudadanos; pero lo cierto es que, cuando pactó con Pedro Sánchez, bajó. En cambio, tras las elecciones andaluzas en las que ha pactado con PP y de forma colateral con Vox ha subido. ¿Es de derechas el votante medio de Ciudadanos?

Es verdad, pero no ha conseguido su gran objetivo, que era superar al Partido Popular. Creo que es un argumento más a mi favor, en el sentido de que igual tienen que replantearse la estrategia porque así va a permanecer encajonado en lo que es la derecha e incluso gobernando con el apoyo de la ultraderecha. Yo no quiero meterme en sus temas internos, pero creo que, en un ejercicio de responsabilidad democrática, deberían propiciar que la lista más votada gobierne en Madrid.

¿Por qué han incluido ustedes a Vox en la ronda de contactos a la que han invitado a los grupos?

Nosotros queremos hablar con todos, queremos exponer a todas las fuerzas políticas con representación en la Asamblea de Madrid lo que pretendemos. Una cosa es hablar con todos y otra, negociar con todos. Una negociación con Vox es absolutamente inviable, también con el Partido Popular porque sería negociar con aquel partido que con su forma de hacer política ha convertido la política madrileña en un régimen durante estos años y, aparte de los casos de corrupción, no se puede intentar negociar con un partido que tiene a sus secretarios generales en procesos judiciales, en la cárcel entrando y saliendo, a un presidente que ha estado en la cárcel... Eso es incluso, diría yo, antinatural. Nosotros intentaremos formar un gobierno de progreso. Que para ese Gobierno necesitamos a Ciudadanos es obvio y por eso vamos a intentar que Ciudadanos recapacite y que lo dicho por el señor Aguado pueda ser de alguna manera modulado y podamos contar con su apoyo.

¿Hasta dónde están dispuestos a llegar en esa negociación con Ciudadanos?

Tenemos un aval: cuando presentamos la moción de censura en la Asamblea de Madrid ante el caso Cifuentes incluimos en el programa de Gobierno todas las medidas que habían sido aprobadas en la Asamblea de Madrid con el apoyo también de Ciudadanos. Eso es lo que queremos. Queremos gobernar de una manera moderada para asegurar en Madrid el Estado de bienestar. No queremos hacer saltos en el vacío ni, como dicen algunos, freír a impuestos a nadie.

Ciudadanos da por hecho que si pacta con el PP formará parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. ¿Estarían ustedes dispuestos a que formara parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid?

Eso sería por supuesto negociable, claro que sí. Pero primero tenemos que ver la voluntad de acuerdo y voluntad de que haya un gobierno nuevo. Una vez constatada esa voluntad de cambio negociaríamos cómo se podría trasladar eso a la política diaria.

¿Por qué cree que para Ciudadanos es más fácil vender a su electorado un acuerdo en el que participe Vox, como es inevitable si gobierna con el PP, a uno con Ángel Gabilondo e Íñigo Errejón.

Sinceramente no lo entiendo. Respetando su decisión, conozco a algunos votantes de Ciudadanos que, hablando de manera informal, dicen que no entienden a su partido, cómo puede caer en manos de Vox. Tácita o expresamente Vox va a estar ahí, eso es inevitable, y hay mucha gente de Ciudadanos que no entiende cómo un partido que en teoría nació para regenerar la democracia, para traer nuevas formas a la democracia española, cómo pueden pactar luego con lo más rancio de la política española.

Íñigo Errejón se mostró en una entrevista en eldiario.es abierto a la posibilidad incluso de sacrificar a la lista más votada y que Begoña Villacís fuera alcaldesa a cambio de que hubiera un gobierno progresista en la Comunidad, ¿estarían ustedes dispuestos también a darle a Ciudadanos ese altavoz que es el Ayuntamiento de Madrid?

Yo de verdad valoro mucho la generosidad de Íñigo Errejón y nosotros lo que pretendemos es formar gobiernos de progreso en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Si el Gobierno que nosotros pretendemos en el Ayuntamiento de Madrid pasa por que la alcaldesa sea Begoña Villacís, no tenemos nada en contra. Estaríamos perfectamente de acuerdo.

¿Debería Pedro Sánchez incluir a miembros de Unidas Podemos en su nuevo gobierno para lograr la investidura?

Uf, es una pregunta con una respuesta difícil porque bastante tengo yo con lo que pueda pasar en Madrid como para decirle al presidente del Gobierno lo que debe hacer. En el ámbito puramente personal, no vería mal que hubiese miembros de Podemos en el Gobierno de España, no lo vería mal.

¿Debería Pedro Sánchez mirar a Albert Rivera como dice García-Page en una reciente entrevista?

Pedro Sánchez tiene la obligación como primera fuerza nacional de hablar con todo el mundo y yo creo que no debería descartar hablar también con Rivera. Pero una cosa es hablar con todos y otra cosa es ponernos de acuerdo sobre las políticas a desarrollar: si las políticas que vamos a desarrollar en el Gobierno de España tienen un corte más de centro izquierda y el señor Rivera se empeña en reivindicar políticas de derechas, es difícil llegar a acuerdos.

Usted ha dicho que no le parece mal que miembros de Unidas Podemos estén en el Gobierno. ¿Por qué cree que esa posibilidad genera tanto rechazo en una parte de su partido?

Porque, afortunadamente, es un partido con debate interno siempre muy vivo. Es lógico que dentro del partido haya opiniones para todos los gustos. Es cierto que hay compañeros del partido que tienen incluso relevancia electoral importante, que son presidentes de alguna comunidad, a los que les incomoda ver a miembros de Podemos en el Gobierno de España. A otros no nos incomoda, lo vemos con cierta naturalidad. Hay que reconocerle a Podemos que ha llevado a las instituciones a mucha gente a la que hace unos años les llamábamos antisistema y ahora están perfectamente integrados en las instituciones. Ese mérito se lo reconoceré siempre a Podemos. Otra cosa es que otras ideas y otros planteamientos de Podemos los combata con todas mis fuerzas. Pero ese mérito se lo reconozco y para mí Podemos es una fuerza democrática más con la que hay que contar.

Es decir, ¿usted ve mucho más probable cualquier acuerdo con Podemos y Ciudadanos en el ámbito nacional?

A estas horas sí, lo veo mucho más probable, porque parece que Podemos y nosotros defendemos cosas similares –con nuestras diferencias y, por supuesto, sin renunciar a nuestros principios– y parece que Rivera y Ciudadanos, a no ser que cambien radicalmente ahora, están empeñados en defender políticas que no tienen nada que ver con la socialdemocracia, aunque en su día se declararan socialdemócratas.

En cambio, en la Comunidad y en el Ayuntamiento sí están dispuestos a llegar a entendimientos con Ciudadanos y que estén vinculados entre sí. ¿Le allanaría a usted el camino que Pedro Sánchez pactara con Albert Rivera? Además, Pedro Sánchez tendría 180 escaños.

Sí, allanar el camino, lo allanaría. Ahora, me parece difícil. Aquí en Madrid el posible acuerdo con Ciudadanos, Más Madrid y PSOE habría que basarlo en un programa de gobierno, en un proyecto común que habría que pactar entre las fuerzas que formasen ese Gobierno o que lo apoyasen. No se trata de cambiar a unos por otros o de ocupar sillones. Vamos a intentar gobernar para todos con un proyecto socialdemócrata y con un proyecto que mejore la vida de los ciudadanos sin ninguna revolución, desde la sensatez, desde el sentido común.

Volviendo a la Comunidad de Madrid, la izquierda en la Comunidad de Madrid no ha ganado las elecciones en votos desde hace muchísimo tiempo. Descontando el 'tamayazo' de 2003 y las generales de 2004 de Zapatero, en la inmensa mayoría de las ocasiones ha ganado en escaños y en casi todas ha ganado en votos la derecha. ¿Qué pasa en esta comunidad? ¿Está perdida para la izquierda? ¿Es demasiado conservadora? ¿No ha sabido la izquierda conectar con ella?

Ha habido algo de todo. La Comunidad de Madrid no es conservadora. Quizás en la izquierda hayamos cometido errores. Primero, la división de la izquierda es nefasta: la ley d'Hont castiga este tipo de divisiones. Nosotros no habíamos ganado unas elecciones desde el año 87 en la Comunidad de Madrid. Hemos cometido errores. Tenemos que hacer un ejercicio de autocrítica muy profundo. Lo decimos pero luego no lo hacemos, al menos en mi partido, esto de estar más en la calle y menos en los despachos. O lo hacemos o estamos condenados a seguir perdiendo elecciones en el futuro. Estar en la calle significa estar en contacto permanente con todo tipo de movimientos sociales, estar en la raíz de los problemas, estar con la gente que realmente necesita las instituciones. Y, por supuesto, la unidad es esencial. Estos últimos años en Madrid gracias a los militantes de mi partido hemos conseguido aparecer ante la sociedad como un partido unido. Eso es necesario pero todavía no suficiente, hay que dar un paso más.

El 26M los resultados en la capital y en la Comunidad taparon esas victorias en otros municipios, ¿a qué lo atribuye?

Es innegable que el PSOE obtuvo magníficos resultados en el conjunto de los municipios de Madrid, obteniendo mayoría absoluta en 25 de ellos y posibilidades de gobernar, con las adecuadas alianzas, en otros 38. Además, hemos conseguido recuperar el llamado cinturón rojo en su totalidad y la mayoría de los municipios del Corredor del Henares, exceptuando Torrejón de Ardoz. Y se ha incrementado nuestra representación municipal en más de 120 concejales, en relación a las anteriores elecciones.

Una de las novedades de estas elecciones autonómicas es que en Madrid el nuevo partido, Más Madrid, que por las palabras de Íñigo Errejón está dispuesto a ser una fuerza madrileña en el futuro, ¿le preocupa esa competencia al PSOE?

Siempre hemos tenido alguna fuerza a nuestra izquierda, Izquierda Unida.

Ahora tendrían dos.

Sí, pero ya veríamos cómo queda el mapa pasado un tiempo.

¿Cree que no sobreviven las dos, Unidas Podemos y Más Madrid?

Yo creo que no. Creo que de esas dos al final saldrá una fuerza equivalente a lo que era antes Izquierda Unida, quizás con más fuerza, pero nosotros tenemos que afianzarnos en nuestro espacio de única fuerza política que hay en Madrid y en el Estado español realmente socialdemócrata y de centro izquierda. Y por supuesto, respetar lo que pueda suceder en nuestra izquierda, gozan de nuestro máximo respeto; pero tengo la sensación personal de que al final no sobrevivirá más que una fuerza a nuestra izquierda.

¿Cómo analiza que Ángel Gabilondo, a pesar de ser el más votado en las autonómicas, tuviese menos votos en Madrid que Josep Borrell en las europeas?

Desde hace ya un par de convocatorias electorales estamos viendo cómo los madrileños discriminan el voto y no cogen la misma papeleta para las diferentes urnas. Habrá que analizar por qué ha sucedido. Yo creo que el voto a Borrell era un voto más en clave Estado –en clave nacional– y el voto tanto a Pepu Hernández en el Ayuntamiento como a Gabilondo era un voto más localizado, más en clave Comunidad de Madrid. Yo creo que eso ha influido un poco. Por otra parte, lo que es la marca PSOE se ha mostrado fuerte en estas elecciones. Hay que tener en cuenta que en la inmensa mayoría de los municipios de Madrid hemos incrementado de forma sustancial el número de concejales. Que haya podido fallar algún resorte, en temas concretos de personas concretas, puede ser y hay que analizarlo.

En Madrid, Pepu Hernández ha conseguido 60.000 votos menos de los que logró Antonio Miguel Carmona, que ya era el peor resultado del PSOE en Madrid de la historia democrática.

Por eso decía hace unos días que vamos a intentar nuevas fórmulas en lo que es la ciudad de Madrid. Y yo soy escéptico porque creo que la solución ideal, que resuelva todos nuestros problemas, no existe; pero peor de lo que estamos ahora mismo es difícil que estemos. Todo lo que avancemos en dinamizar las agrupaciones, en crear la agrupación de Madrid ciudad, yo creo que como partimos de un punto tan bajo va a traernos mejoras y va a traer seguro en las próximas elecciones mejores resultados. Hay que cambiar el modelo que hemos aplicado en Madrid ciudad, sin duda.

Más allá de dinamizar las agrupaciones ¿por dónde pasarían esas nuevas formas?

Lo que no podemos hacer es ensimismarnos, como hemos estado, buscando a veces intereses personales de agrupación al margen de los intereses de Madrid como ciudad. Yo me refiero a optimizar los recursos que tenemos. No puede ser, como está sucediendo ahora, que una agrupación por importante que sea convoque un acto con un ministro del Gobierno de España y a ese acto acudan solamente 60 personas porque se localiza demasiado, por así decirlo. Hay que optimizar lo que tenemos y sobre todo no es necesario que tengamos grandes sedes a las que no va nadie más que los militantes. A veces, un simple despacho para atender quejas y sugerencias de vecinos es más importante que una sede muy grande.

¿Debería dimitir Pepu Hernández tras el resultado en las municipales?

Yo no soy partidario de las dimisiones. Yo soy más partidario de que las personas que encabezan una lista y se comprometen a estar cuatro años, aguanten los cuatro años. El ejemplo que hemos dado en alguna ocasión de presentarse y, si las cosas no salían bien, incluso no recoger el acta de concejal me parece fatal. Ahora bien, tampoco podemos atar ni a Pepu Hernández ni a nadie a un banco en el que no quiera estar. Haga lo que haga Pepu Hernández, respetaré su decisión. También hay que reconocer que hemos sacado un resultado malo, pero en aquel momento Pepu Hernández tuvo el valor de encabezar una lista de un partido al que las encuestas daban mucho peor resultado del que hemos sacado: había encuestas que nos daban al mismo nivel que a Vox.

Ángel Gabilondo se quedó cuatro años en la oposición en 2015. ¿Cree que si no es investido presidente se irá? ¿Y es una posible salida que Pedro Sánchez se lo lleve al Gobierno?

Respeto la decisión personal de Ángel Gabilondo. Sería un magnífico ministro, si se fuera al Gobierno de España. Es una persona válida para cualquier puesto, en cualquier institución del Estado español. Pero yo tengo todavía la esperanza de que pueda ser presidente de la Comunidad de Madrid.

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