José Luis Martínez-Almeida acaba de atravesar los peores momentos de su mandato, justo en el tercer aniversario de su llegada a Cibeles, donde aterrizó en 2019 a pesar de no haber ganado las elecciones y de ser un gran desconocido para los madrileños. Entonces, gracias a un acuerdo de gobierno con Ciudadanos y el apoyo de Vox, consiguió arrebatarle el bastón de mando a Manuela Carmena, que por la mínima -dos concejales- no logró sumar con la izquierda.
Ahora, en su balance más reciente hay dos escándalos mayúsculos: el supuesto espionaje a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, para sacar posibles trapos sucios por los contratos sanitarios cerrados por la Comunidad de Madrid en plena pandemia; y la estafa millonaria que sufrió el Ayuntamiento que él dirige por la venta de mascarillas defectuosas, contratos por los que encima se llevaron comisiones millonarias los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina, un caso que desveló elDiario.es y que está en manos de un juzgado. Dos asuntos que hicieron estallar la mayor crisis interna de la histora del PP desde su creación.
Pero el regidor madrileño ha pasado página de todo ello, ha puesto el contador a cero y ha comenzado la cuenta atrás de la cita con las urnas de 2023 lanzándose a una larga precampaña para vender su gestión, convencido de que estas alturas nadie en el PP va a cuestionar que vuelva a ser el cartel electoral al Ayuntamiento de Madrid. En cambio, los grupos de la oposición no tienen tan claro que vaya a repetir.
Creen que Ayuso no lo va a consentir. Sin embargo, en su entorno, y también en el ámbito de sus socios, aseguran que en Génova no se van a arriesgar a moverle la silla. “Sería un locura porque, mal que bien, Almeida ha logrado en estos tres años mucha popularidad, sabe armar sus discursos y es una persona simpática y cercana en el trato”, opina una concejala de su equipo de gobierno. “Con una buena campaña de propaganda, los madrileños le van a perdonar sus errores”, vaticina.
Almeida, confiado del apoyo de Feijóo y Ayuso
De hecho, el propio Almeida se jacta de que cuenta para repetir con el beneplácito no solo de Feijóo, sino también de la propia presidenta regional, con la que a lo largo del último año ha mantenido un duro pulso por el control del partido en Madrid. Un pulso que aguantó hasta que Pablo Casado fue defenestrado tras acusar a la regidora de haber cometido graves irregularidades con varios contratos de material sanitario en los que su hermano, Tomás, se llevó una sustanciosa comisión a través de una empresa de un amigo. Un contrato desvelado por elDiario.es unos meses antes.
La historia ya es bien conocida: el asunto destapó el caso del supuesto espionaje a la presidenta de la CAM desde la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) y todo se precipitó. “Nunca pensé que mis propios compañeros pudieran llegar a ser tan crueles conmigo”, lamentó entonces la dirigente madrileña, que en plena crisis interna y tras cerrarse el expediente informativo abierto contra ella –que gestionó la concejala de Cultura y expresidenta del Comité de Derecho y Garantías, Andrea Levy–, advirtió: “Todo lo que ha ocurrido no puede salir gratis”. “No se puede pasar por alto ni quedar gratis haber causado este perjuicio a la Comunidad de Madrid”.
La dirigente contempló poco después, con gran malestar, cómo se abría en Cibeles una comisión de investigación para esclarecer los hechos, a la que fue llamada a declarar pero no acudió. A pesar de haberse comprometido a apoyar todas las comparecencias, el alcalde justificó su ausencia y la de su hermano, Tomás, así como la de otros dirigentes del PP, señalando que la oposición solo quería “someterla a un paseíllo” y “montar un circo”. Fue el primero gesto de rendición de Almeida hacía su compañera de filas y con el que dio la batalla oficialmente por perdida.
Almeida cierra filas y se pone “al servicio” de Ayuso
Consciente de su debilidad, Almeida se apresuró entonces a salvarse de la quema y nada más ser designado Alberto Núñez Feijóo como nuevo líder del partido, enterró a Casado sin ningún tipo de pompa y boato y se puso al servicio del gallego y también de Ayuso, a la que dejó la vía libre para que fuera elegida presidenta del PP de Madrid. “Yo no seré el problema”, adelantó.
Antes, en su Congreso Nacional extraordinario, Génova dio por finiquitada la crisis y ambos mandatarios madrileños escenificaron un aparente cierre de filas para no dañar las expectativas electorales a un año de la doble cita con las urnas, que tendrá lugar no solo en Madrid sino en casi todas las comunidades autónomas y en los ayuntamientos de España. Durante el cónclave, Feijóo felicitó a la presidenta regional por su arrolladora victoria el 4M de hace un año, se deshizo en elogios hacia ella y la ungió como candidata a la Comunidad de Madrid mientras a Almeida le daba esperanzas de repetir.
Poco antes, tras estallar el nuevo escándalo de la estafa de las mascarillas compradas por el Ayuntamiento de Madrid desvelado por elDiario.es, Ayuso ya había lanzado un cable de ayuda al alcalde al asegurar que “pondría la mano en el fuego” por él. Para corresponderla, el regidor, consciente de que va a poder beneficiarse del llamado 'efecto Ayuso', no ha parado de alabar su figura en todos los actos a los que han asistido juntos como si entre ellos no hubiera pasado nada.
Sin llegar más lejos, durante el mismo Congreso regional, celebrado a finales de mayo, sentenció: “Isa, aquí está tu partner”, “aquí tienes un ejército de 85.000 afiliado que nos vamos a dejar la piel por ti”, añadiendo luego que Ayuso es “la mejor opción” para los madrileños porque “encarna como nadie el mensaje de futuro que nuestro partido quiere transmitir”. A pesar de las buenas formar, en el nuevo organigrama del PP madrileño tan solo quedan tres personas de la confianza de Almeida de las diez que figuraban antes.
La doble celebración de los tres años de Gobierno del PP en Madrid
Hace escasamente dos semanas, Almeida y Begoña Villacís celebraron sus tres años de Gobierno en coalición en un acto conjunto en el corazón del Parque del Retiro de Madrid. El alcalde no tuvo entonces empacho en desvelar que su deseo es lograr “una amplia mayoría” y “gobernar en solitario” para no tener que depender de ningún otro partido, ni de Ciudadanos, ni tampoco de Vox. Su comentario, realizado una vez acabado el acto y cuando la vicealcaldesa ya se había marchado, molestó sobremanera a la dirigente de Ciudadanos puesto que minutos antes el regidor había reconocido en su discurso oficial que el tándem ha funcionado bien, formando “un gobierno muy cohesionado”, aunque con sus más y sus menos.
Al día siguiente, Villacís no ocultó su enfado y afirmó que las palabras de Almeida le habían parecido “poco elegantes”. Pero los conservadores dan a su formación por amortizada y creen que no van a necesitarlos. Así que lo primero que ha hecho el alcalde ha sido orillar el trabajo de Begoña Villacís y de Ciudadanos ante la posibilidad de que desaparezcan en los próximos comicios.
El día después de aquella obligada celebración con sus socios, el PP de Madrid montó en el Matadero de Madrid su propia festejo de esos tres años de gobierno municipal con Almeida y Ayuso como protagonistas. La dirigente regional felicitó al regidor por su trabajo centrándose en criticar a Pedro Sánchez al que advirtió de que “en Madrid el PSOE -que este fin de semana celebraba su Convención Municipal para lanzar a Mercedes González como cartel electoral- no tiene nada que hacer”: “Vamos a demostrarles a todos los españoles, no a la izquierda, que somos el partido mayoritario, un partido ganador porque conocemos sus problemas, tenemos ganas e ilusión y cuando caminamos juntos somos imbatibles”, añadió. Por su parte, el alcalde de Madrid no paró de insistir en que “solo quedan 347 días para las elecciones y tenemos que hacer un Ayuso, seguir su ejemplo y teñir de azul todos nuestros municipios de Madrid”.
Una intensa campaña por los distritos de Madrid para explicar sus “logros”
Para su alivio, desde entonces la presidenta de la Comunidad de Madrid, no ha hecho ningún amago de poner en dudas su candidatura. El alcalde está tan confiado que ha iniciado una intensa campaña informativa por todos y cada uno de los distritos de Madrid para explicar a los madrileños los logros de su Gobierno.
El pistoletazo de salida lo dio el pasado 22 de junio en la Plaza de Felipe II junto a su equipo y los concejales de su grupo. Allí anunció la colocación de mesas informativas en las calles y el inicio de una serie de jornadas sectoriales en las sedes del partido, sobre “diferentes temas de interés para la sociedad madrileña” que comenzaron con una primera sesión sobre educación.
Además, Almeida no ha desperdiciado ocasión para sacar cabeza. Así, mientras Ayuso viajaba a Miami, él se dedicó hacer una gira por varias televisiones y radios para presumir de la excelente organización que en su opinión había hecho el Ayuntamiento, antes, durante y después de la cumbre de la OTAN, para que los madrileños supieran el “éxito” del dispositivo de seguridad y de su plan de movilidad durante esos días.
Ahora ha comenzado una serie de actos oficiales para demostrar que cumple. Este lunes hacía balance del plan para recuperar el arbolado en Madrid asegurando que antes de octubre “habrá más de 100.00 plantados en la capital”.
El pasado martes, durante el Debate del Estado de la Ciudad, anunciaba la creación de un nuevo “distrito financiero” con intención de imitar a la City de Londres. Como gran novedad, tendrá un marco jurídico propio que lo convertirá “en la zona de Europa con mejores condiciones para invertir”. Será el 22 en la lista de distritos de la capital, en el que el Consistorio aspira a crear en él una marca propia con la que poder lanzar campañas de atracción de inversión y empresas en el extranjero.
También anunció la cesión de tres parcelas de titularidad municipal al club Atlético de Madrid –del que Almeida es hincha confeso– para que construya su nueva ciudad deportiva alrededor del Metropolitano, al borde de la M-40, sobre una superficie de más de 200.000 metros cuadrados. Allí se levantará un nuevo estadio de entre 6.000 y 8.000 espectadores y campos de entrenamiento para sus equipos. La operación urbanística incluye además la construcción de varios campos de fútbol municipales en otras dos parecelas anexas, además de pistas de pádel y tenis.
Con todo, su gran proyecto, su gran baza electoral, será la remodelación de la Puerta del Sol cuyas obras han comenzado ya y se prevé que terminen justo en vísperas de las elecciones de 2023. Durante los trabajos de remodelación de la plaza se han descubierto restos arqueológicos que el Ayuntamiento ha desdeñado y ha vuelto a enterrar con el beneplácito de la Comunidad de Madrid.
Para no quedarse atrás también Ayuso ha lanzado su propia campaña con el hashtag #12Meses12Logros ¡Seguimos¡. Ahora solo falta esperar a que oficialmente se abra el proceso interno en el PP para ir configurando las candidaturas de esos comicios municipales. Y ahí el alcalde, que expresó hace poco su deseo de que todos o casi todos sus concejales repitan, podría encontrarse con un problema: que la ahora presidenta del PP de Madrid vete a algunos de los nombres que él proponga. Porque como reconoció hace poco el regidor en un desayuno informativo de Europa Press, Ayuso tendrá “mucho que decir” en ese asunto, “como no puede ser de otra manera”.