Madrid ya tiene presupuestos para 2023 pero el alcalde, José Luis Martínez Almeida, de momento, carece de apoyos para aprobarlos en un año electoral. Vox se niega a negociarlos y los demás grupos de la oposición, incluyendo el desgajado Grupo Mixto que salvó los últimas cuentas de Almeida, tampoco están por la labor. Unos y otros han establecido diferentes “líneas rojas” para sentarse a hablar ante el enfado del regidor.
Según ha cifrado Almeida en rueda de prensa, en la que ha comparecido junto a la vicealcaldesa, Begoña Villacís, y la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo –encargada de desglosar las balanzas fiscales–, las cuentas del Ayuntamiento para 2023 alcanzan los 5.703 millones de euros, es decir, un 2,9% más que en 2022. Además, el IBI bajará este año al mínimo establecido por ley, el 0,4%, lo que va a afectar a 2,2 millones de recibos. Esto supondrá, según el Gobierno municipal, un ahorro para las hogares madrileños de 121 millones de euros. La bajada impositiva en total alcanzará los 730 millones de euros.
La recaudación en impuestos directos será de 2.415,5 millones de euros, 6% menos que en 2022; pero los indirectos se incrementan en 16 millones, hasta los 232,5 millones.
Además el Ayuntamiento ha aprobado la supresión de 10 tasas y 8 precios públicos, algo que según Almeida supondrá una “continuidad en bonificaciones importantes, especialmente para familias numerosas”. A su juicio, esas tasas “se habían quedado obsoletas” y solo tenían “una única intención recaudatoria”. No obstante, después, la delegada de Hacienda, al ser preguntada si esa supresión no iba a suponer una merma importante de ingresos para las arcas municipales, ha desvelado que habrá otras tasas que subirán, aunque no ha concretado cuáles alegando que no tenía esos datos en ese momento.
A pesar de todas esas rebajas impositivas, Almeida y Villacís han asegurado que no se aumentará la deuda municipal y que además se incrementará el gasto social en 76 millones hasta los 1.130 millones de euros.
Durante la rueda de prensa, cada uno ha dado su versión particular del acuerdo entre los dos partidos para aprobar estos presupuestos en la Junta de Gobierno. Villacís ha asegurado que ha sido “extremadamente fácil” acercar posturas, destacando especialmente el papel de Engracias Hidalgo, y Almeida ha asegurado lo contrario, que “no ha sido fácil” dado que son dos partidos diferentes.
El alcalde ha hecho un llamamiento casi a la desesperada a los grupos de la oposición para que no se cierren en banda a negociar este último año las cuentas municipales, y les ha pedido que sean “responsables” y no antepongan sus “intereses electorales” al interés de Madrid y de sus vecinos. El regidor ha sido especialmente insistente con Vox, grupo al que ha reconocido como principal interlocutor por afinidad de ideas. “Quién no quiera llegar a un acuerdo ya sabe lo que hay, es decir, que hay 120 millones de euros que no van a estar en el bolsillo de los madrileños” además de “poner en riesgo precisamente el gasto social en la ciudad de Madrid”, entre otras cosas, y “obras infraestructuras que se deben afrontar a lo largo del año gasto para la Policía Municipal y Samur o el de los Bombero”. “Nuestros servicios de seguridad y emergencias correrían peligro”, ha alertado Almeida, que ha reconocido que no puede descartar una prórroga de las cuentas y si no encuentra apoyo para su aprobación antes de que acabe el año.
“No descarto la prórroga si unos ponen impedimentos y otros líneas rojas. Somos conscientes de que sacar estos presupuestos adelante no va a ser fácil”, ha sentenciado Almeida.
Antes de comenzar a desgranar las cuentas, la portavoz municipal, Inmaculada Sanz , ha adelantado que el gasto de personal se incrementa en 159 millones hasta los 1.952,6 millones de euros, un 8,9% más, lo que permitirá aumentar el 1,5% adicional aprobado para el ejercicio 2022, así como el incremento retributivo que podría llegar hasta el 3,5% para los más de 30.000 empleados municipales, en línea con lo aprobado por el Gobierno central.
De esta subida de salarios se han excluido el alcalde, la vicealcaldesa, el resto del Gobierno y los concejales. Almeida ha destacado esa decisión contraponiéndola con el aumento de sueldo del Gobierno central y de los diputados y senadores.