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Aluvión de “bajas sobrevenidas” entre la Policía Municipal durante el dispositivo del Orgullo y en pleno conflicto laboral

Tres distritos de Madrid se quedaron este fin de semana sin patrullas de Policía Municipal en las calles. En algunas comisarías, el mando de la Unidad tuvo que subirse al coche con el responsable del garaje, porque no había más agentes disponibles. Coincidiendo con el dispositivo para el Orgullo, entre los miembros del cuerpo se ha producido este fin de semana un aluvión de bajas médicas “sobrevenidas” en plena negociación del convenio colectivo.

El Ayuntamiento ya ha comenzado a investigar el elevado número de bajas, que se producen en medio de un conflicto laboral abierto en la Policía Municipal. Fuentes del consistorio afirman que están estudiando “el número y características de las bajas sobrevenidas durante el fin de semana del Orgullo, en el dispositivo y en el resto de los distritos”. Mientras, algunos agentes reconocen que se ha hecho un llamamiento a coger esas bajas, o lo que es lo mismo, que todo forma parte de una huelga encubierta en un momento crítico para la ciudad, con centenares de miles de personas en las calles celebrando el fin de semana del Orgullo.

Los sindicatos de la Policía Municipal llevan meses negociando con el Ayuntamiento para el nuevo convenio colectivo. Los agentes rechazaron en una primera votación el primer acuerdo -respaldado por UGT, CCOO y UPM- y ahora continúan las conversaciones en un ambiente muy tenso entre las partes. En ese contexto llegó la celebración del Orgullo 2018, en el que algunos sindicatos pidieron a los agentes que no se presentasen voluntarios para el dispositivo. Ante la falta de efectivos, el consistorio recurrió entonces al convenio vigente para obligar a los policías a participar en el operativo de seguridad.

Tres distritos sin agentes del turno de noche

Los sindicatos críticos con el preacuerdo con el Ayuntamiento -CPPM y CSIT- cargaron contra la medida. Así se llegó al fin de semana en el que la celebración del Orgullo iba a sacar a la calle a un millón de personas durante los actos del sábado. El viernes comenzaron los problemas en varios distritos: Chamberí, Ciudad Lineal y Chamartín se quedaron sin agentes en el turno de noche.

En otros distritos apenas acudieron funcionarios. En Tetuán, por ejemplo, se obligó a un agente a doblar turno para cuidar las dependencias policiales. Algunos mandos tuvieron que avisar rápidamente a los agentes del turno de tarde para que no abandonasen su puesto al constatar que los integrantes del turno de noche no se iban a presentar. En el distrito de Latina, los agentes del turno de mañana prolongaron su jornada porque los de tarde no comparecieron. La razón es que muchos estaban de baja médica, una circunstancia que se repitió el sábado.

La situación se hizo insostenible durante el pase de lista en la comisaría de Centro para organizar a los agentes que iban a participar en el dispositivo del Orgullo. Fuentes de la Policía Municipal relatan que, según se iba nombrando a los agentes, otros respondían que no se habían presentado por estar de baja. Cuando la situación se repitió varias veces, hubo risas entre los efectivos presentes mientras crecía el enfado de sus superiores.

Algunos policías municipales hablan directamente de una huelga encubierta. “Nunca se había producido un hecho similar, ni siquiera en las épocas más duras de Negociación Colectiva”, afirma un agente. Entre los miembros de la Policía Municipal circulan estos días audios de WhatsApp que definen esas bajas como una movilización orquestada.

“El conflicto lo estamos realizando muy bien”

“El conflicto lo estamos realizando muy bien, prueba de ello es que en algunas unidades han pedido voluntarios”, dice uno de esos audios, que celebra el “éxito” de la movilización. Otro informa de que en su distrito cada vez hay más agentes de baja y se felicita por ello. Entre sus compañeros hay algunos que expresan su enfado por esta estrategia: además de dañar la imagen de la Policía, dicen, perjudica a los agentes que sí han acudido a su puesto de trabajo y que se han visto obligados a trabajar 16 horas.

Fuentes de los sindicatos que sí aprobaron el preacuerdo no dudan de que se trata de una movilización alentada para forzar la negociación con el Ayuntamiento. Afirman que algunas bajas pueden estar justificadas, pero que serían, en todo caso, las de después de la celebración del Orgullo. Algunos policías que se vieron obligados a doblar turno pudieron acabar con alguna secuela física que les impidiese trabajar, pero enmarcan el resto en una huelga encubierta.

Las mismas fuentes aseguran que se está alentando a los agentes a que se den de baja, lo que supone una “irresponsabilidad tremenda”. No solo han obligado a sus compañeros a cubrir su turno, sino que se exponen a posibles sanciones si se demuestra que se trata de una movilización orquestada.

CSIT niega la huelga encubierta

Desde CPPM y CSIT achacan la falta de agentes a dispositivo para el Orgullo y a las bajas médicas provocadas por el exceso de horas de trabajo. El portavoz de CSIT, José Francisco Horcajo, afirma que las bajas se produjeron por “sobretrabajo”. “Si te sobreexplotan, el cuerpo tiene un límite”, dice.

Horcajo niega tajantemente que haya un llamamiento a forzar las bajas médicas: “Es mentira, eso es ilegal”. “Como sindicato nunca estaremos detrás, no estamos de acuerdo con esas prácticas”, afirma en conversación con eldiario.es. Insiste en que los turnos, el bajo número de efectivos y la falta de planificación han ocasionado esta situación: “A los agentes les revientan por un lado o por el otro”.

El Ayuntamiento se limita a decir que están investigando lo ocurrido, pero en el Gobierno municipal no se ha decidido todavía si tomarán alguna medida. Fuentes del cuerpo señalan que los agentes se exponen a ser sancionados con una falta muy grave por participar “en huelgas, en acciones sustitutivas de las mismas, o en actuaciones concertadas con el fin de alterar el normal funcionamiento de los servicios”, como recoge la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Entretanto, la Concejalía de Seguridad que dirige Javier Barbero trata de continuar con la negociación y de apaciguar los ánimos tras varios encontronazos con los sindicatos CPPM y CSIT. Este lunes, el concejal se acercó a la Unidad de Distrito Centro Sur durante el pase de lista para felicitar a los agentes por su trabajo en el Orgullo. Fuentes de la Policía Municipal afirman que los agentes estuvieron durante su charla con la vista fija en el suelo y no miraron al frente ni cuando se pusieron en pie para despedirle.