Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid amenazan con hacer la primera huelga al nuevo Gobierno municipal, de PP y Ciudadanos, solo cuatro meses después de su llegada al Palacio de Cibeles. El Comité de Empresa ha convocado una concentración el próximo jueves frente a la sede del Ejecutivo y analizará en las próximas semanas si el siguiente paso es la huelga. Si los empleados llegan hasta el final, la empresa municipal vivirá los primeros paros desde el año 2012.
Los representantes de los trabajadores esgrimen varios motivos para la protesta: los retrasos en las contrataciones de conductores y el consecuente empeoramiento de la puntualidad de los autobuses porque falta personal. Las reclamaciones por “esperas prolongadas” han aumentado un 37% en el mes de septiembre respecto a 2018 –de 331 a 453– y cada día se incumplen entre 50 y 60 turnos, según denuncian fuentes sindicales.
Esto es, autobuses que no salen de la cabecera a su hora y retrasan toda la línea.“Si pasaban cada cinco o diez minutos, algunos están pasando cada quince o veinte”, resume Jesús Fraile, portavoz del Comité de Empresa. “Las reclamaciones también aumentan y se entregan a los conductores, que son la cara visible y quien recibe en primera persona las quejas”, añade.
El alcalde de Madrid ha sugerido, tras conocer la protesta del jueves, que hay partidos políticos detrás de la amenaza de huelga: “Es curioso que se pretenda tomar una decisión de huelga en las puertas de una campaña. Parece una casualidad cuanto menos”. El delegado del área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha ido un paso más allá y ha acusado a PSOE y Más Madrid de “agitar” para “sacar a al calle” a los sindicatos de la EMT.
La anterior corporación municipal, con Álvaro Fernández Heredia en la gerencia de la empresa pública, dejó planificada la contratación de 190 conductores con la previsión de que fueran incorporándose a partir de verano. Este grupo solo está pendiente de hacer la formación de cinco semanas ya en ruta con supervisión. Sin embargo, con la llegada del PP y Ciudadanos al Ayuntamiento, el plan ha quedado en suspenso y en tres meses no se ha sumado ningún conductor a la plantilla.
Fuentes del Área de Medio Ambiente y Movilidad aseguran que “no hay ningún proceso parado porque no hay una fecha puesta”. En los últimos tres meses se han continuado celebrando los exámenes teóricos y prácticos previstos pero sin que haya nuevos trabajadores incorporados.
Los sindicatos señalan, en este sentido, que se han producido dos reuniones con el nuevo gerente, Alfonso Sánchez, sin que se haya puesto fecha a la entrada progresiva de conductores. “Nos pidió tiempo y también justificó que estaban pendientes del visto bueno de Hacienda por la tasa de reposición”, explica Fraile.
Estos efectivos se necesitan para cumplir con varios acuerdos incluidos en el convenio colectivo: hacer realidad la promoción interna de 32 conductores que pasarán a ser inspectores, cubrir jubilaciones, aumentar los días libres según lo acordado y tener personal extra para cubrir los servicios sustitutorios de Metro de Madrid cuando se cierran las líneas por obras.
En enero está prevista la clausura de la 4 y es la EMT quien se hace cargo de reproducir en superficie el recorrido que normalmente por túnel y bajo tierra: se necesitarán solo para ello 110 conductores extra, según cálculos de los sindicatos. Los autobuses municipales también están cubriendo la ruta cortada de Cercanías por el cierre del túnel de Recoletos.
“Las contrataciones se tienen que producir ya. Porque, cuanto más tardemos, más problemas vamos a tener para tenerlos disponibles el 1 de enero. No podemos formar a 300 trabajadores en un mes”, denuncia el Comité de Empresa. El proceso de selección incluye un examen teórico, otro práctico y un periodo de prácticas de cinco o seis semanas. El equipo de Carmena tuvo algunos problemas para contratar personal por los límites impuestos por Hacienda que solo permiten hacer contratos indefinidos para cubrir jubilaciones. En estos casos, se incorporaba a trabajadores como eventuales hasta que pudieran ser fijos.
Todos estos datos se han puesto sobre la mesa este lunes en la comisión de Medio Ambiente y Movilidad, donde el delegado del área, Borja Carabante, ha acusado a la oposición de hacer una “crítica pueril” a su gestión. “Presupuestaron 11 millones de ingresos que no van a llegar y un calendario de inversiones que no se han cumplido”, ha defendido en la comisión del ramo, en la que ha sacado pecho de que “las mayores aportaciones al sistema de transporte público se han producido con gobiernos del PP”.
También ha volcado en Más Madrid la responsabilidad del descenso de la regularidad en el mes de agosto, cuando se revirtió por primera vez en meses la tendencia a la mejora, porque fue el anterior Gobierno quien planteó los turnos entonces. Las quejas de los viajeros, por otra parte, también aumentaron con la anterior corporación en algunos meses, pero nunca de un modo tan pronunciado hasta alcanzar casi el 40%.
Más directores y subdirectores
En la comisión se han tratado también otras decisiones que han sido criticadas por los sindicatos y a la oposición. El nuevo Gobierno ha creado dos nuevas direcciones –una de ellas dedicada a “Relaciones y Planificación Estratégica– y también dos subdirecciones. Con los cambios, los directores pasan de siete a nueve y los subdirectores de tres a cinco. Desaparece, sin embargo, la Dirección de Comunicación y Consultoría, cuya cabeza visible –nombrada por el equipo de Carmena– ha sido despedida.
“No contratan conductores pero sí el organigrama directivo y lo que eso implica”, ha deslizado la concejala de Más Madrid, Esther Gómez. El edil socialista, Alfredo González, también se ha preguntado si “eso no supone un coste para la empresa” y ha afeado a Carabante que la EMT sirva para “colocar a los compañeros del PP en desbandada de la Consejería de Transportes”, que ahora es de Ciudadanos.
El nuevo gerente, Alfonso Sánchez, era presidente del Consorcio de Transportes en el anterior mandato y anteriormente trabajó como Director General del Gestor de Infraestructuras de Castilla-La Mancha bajo las órdenes de María Dolores de Cospedal. El primer nombramiento de Sánchez tras aterrizar en los mandos de la Empresa Municipal de Transportes madrileña fue nombrar director financiero a Alberto Alonso Poza, director financiero de Correos con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Los sindicatos critican que no han sido informados de los cambios en el organigrama y están vigilantes ante la nueva gestión. Borja Carabante, al frente del área de la que depende la EMT, fue consejero delegado de Metro en los peores años del suburbano. “En estos últimos cuatro años hemos notado un cambio. Se ha renovado la flota de autobuses, algunos eran muy antiguos, y se ha hecho una buena inversión. Queremos solucionar los problemas y que no haya ningún conflicto laboral. Si abren la contratación no irá a más”, avanza el portavoz del Comité de Empresa.
Sobre todo el conflicto laboral sobrevuela otro: las incógnitas sobre la futura gestión de BiciMad, el servicio de bicicletas remunicipalizado que está en riesgo de privatización. Aún no se ha tomado ninguna decisión pero el Ayuntamiento ha encargado estudios técnicos para ver cuál es la opción de gestión más viable. BiciMad fue asumida en 2016 por la EMT. Carabante no ha avanzado ninguna novedad en la comisión al respecto pero sí ha anunciado que habrá una ampliación de 50 estaciones en 2020.