El decano del Colegios Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José María Ezquiaga, lo tiene claro: “Hacer túneles para que los coches entren en Madrid es un suicidio” porque “alimenta la congestión”. Así lo ha manifestado Ezquiaga en un desayuno informativo con periodistas. Para el decano supone “un proyecto muy costoso” y tal inversión no se justificaría “los minutos” que finalmente se ahorraría un coche por tener un túnel para atravesar Madrid de este a oeste.
La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, propuso que se construyera un túnel subterráneo desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza España. Para el decano esta propuesta “sería útil” si se planteara desde la Calle San Vicente hasta Odonell aunque considera que “debe mirarse con desapasionamiento”. “Meter tráfico en Madrid centro es suicida y alimenta la congestión”. “Se trata de un proyecto muy costoso y Madrid ya echó el resto en la M30”, ha concluido.
Sobre la peatonalización que plantea el Gobierno de Manuela Carmena, el decano pide al Ayuntamiento que, la remodelación de una de las arterias principales de la ciudad, se haga desde una “visión global” valorando lo que puede suponer para las calles aledañas. El decano de la COAM cree que da tiempo, en los dos años de legislatura que le queda a Ahora Madrid, a que el consistorio plantee un proyecto integral en la zona y lo ejecute.
Ezquiaga apuesta también por que el proyecto se someta a un “consurso de ideas con votación final popular”, similar a lo que ha ocurrido con Plaza España. El decano cree que es el consistorio quien debe definir el nivel de afluencia de tráfico de la vía, pero considera que mediante este concurso se deberían decidir los detalles de la remodelación como son materiales, vegetación o señalética. La propia Manuela Carmena ya planteó la consulta y posteriormente el concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, y la de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, confirmaron que se va a hacer. Lo que queda por definir es qué cuestiones planteará.
El Ayuntamiento de Madrid ya ha definido las líneas generales de la remodelación de la Gran Vía. No será totalmente peatonal, sino que esta calle pasará a pertenecer al Área de Prioridad residencial y solo circularán residentes y transporte público. Se ampliará el espacio para los peatones y habrá pavimentación continua sin que haya diferenciación entre las aceras y los carriles para coches. Precisamente, por un proyecto semi-peatonal apuesta la COAM, que pide que no se expulsen a las familias con niños del centro.
“Hay que primar vivir en el centro”, ha defendido Ezquiaga. En su opinión, si se apostara por una peatonalización total “las familias con coche se verían con serias dificultades para vivir en el centro”.