El neonazi Alberto Ayala de Cantalicio entró el martes pasado en antena en Radio Intereconomía, tras recibir cordiales saludos del presentador. “Anoche nos llegó de Delegación de Gobierno la autorización […] Vamos a poner una puesta en escena diferente a otras manifestaciones. […] Contamos con un grupo de más de 200 personas, entre seguridad, gente que va a llevar banderas, vamos a tener también tambores […] Va a estar bastante bien”, avanzó.
La puesta en escena 'diferente' consistió finalmente en un desfile de la derecha más extrema por Chueca el sábado por la tarde en el que se profirieron improperios contra los “sidosos”, el matrimonio homosexual y otros calificativos del estilo. La maniobra fue un “engaño”, según la delegada del Gobierno, Mercedes González, que este lunes pidió disculpas, expresó su “rechazo y repulsa” por lo sucedido y dijo estar a la espera de un informe policial para actuar por vía administrativa contra los convocantes, además de llevar el asunto a la fiscalía.
La plataforma Madrid Seguro engloba a una serie de asociaciones vecinales de nuevo cuño, sin mucha actividad real, promovidas por la extrema derecha de toda la vida. Como cabezas visibles en las ondas aparecen el propio Alberto Ayala, que se presenta como miembro de la junta de la Asociación de vecinos San Blas–Canillejas, y Armando Rodríguez, con funciones similares en la asociación “Carlomagno” de Pinar de Chamartín y Hortaleza. Desde diciembre, ambos han aparecido, a la par, en el programa “Protegidos radio” de la emisora Radio Intereconomía, superviviente del concurso de acreedores del conglomerado del empresario y exdiputado del PP Julio Ariza.
El programa emplea un formato distendido, donde la sintonía entre presentador e invitados es palpable, porque todos piensan parecido. Lo dirige Pedro Gómez Quirós, que fue candidato a la Asamblea de Madrid por el partido Orden y Ley, vinculado a veteranos de los cuerpos de seguridad. Gómez llegó a participar en una conferencia en 2017 con el hoy diputado de Vox Javier Ortega Smith, pero acabaron distanciados. El nuevo partido tiene por emblema un 'algiz', una runa de la mitología germánica, típica del esoterismo nazi.
Tras los sucesos del sábado, Vox quiso distanciarse en seguida. Su líder, Santiago Abascal, incluso pretendió darle la vuelta a la tortilla: “Apesta a cloaca socialista”, dijo, tras llamar “locos y fanáticos” a los impulsores. Esto soliviantó a José Luis Roberto, el líder de España 2000, con el que Madrid Seguro tiene vínculos. “Usted sí que apesta a cloaca oportunista”, contestó, informa Lucas Marco.
Contra “la destrucción de los valores”
“Alberto y Armando”, como los llamaba afablemente el presentador durante el programa del pasado martes, presentaron la manifestación en antena contra la “destrucción de los valores de nuestra sociedad tradicional” que, según su tesis, propugnan el foro de Davos, el club Bilderberg “y demás”, y que se encarnaría en la agenda 2030 que defiende el Gobierno estatal.
En programas anteriores, Rodríguez y Ayala habían expuesto cándidamente su voluntad de “tener un tejido social en Madrid, legalizando nuevas asociaciones vecinales para hablar de los problemas reales de los distritos”, de los cuales el principal sería la inseguridad ciudadana provocada por los menores no acompañados. El resto de asociaciones no los denuncian, dicen, porque están politizadas y son de izquierdas.
Pero en Canillejas no hay mucho registro de actividad social de estas nuevas formaciones. “Es la gente de las juventudes neonazis”, apunta Vicente Pérez, coordinador de las asociaciones vecinales del distrito San Blas Canillejas, que recuerda que estos supuestos nuevos colectivos ya organizaron una concentración contra los menores extranjeros alojados en pisos en San Blas el pasado otoño, a la que siguió otra de signo contrario, con afluencia considerablemente mayor, la misma semana.
Un neonazi conocido por la Policía
Ayala es conocido en el barrio porque tuvo “una sala de boxeo”, apunta Pérez. Pero en lo que se refiere a la flamante actividad vecinal, limita su funcionamiento a “alguna actividad deportiva a lo que solo van ellos” y cree que no está consiguiendo captar adeptos. Es fácil rastrear el pasado de Ayala, que tiene una extensa hemeroteca. En 2002 fue detenido por los incidentes en un partido del Real Madrid junto a otros miembros de Ultrasur y según la nota de prensa de la Policía de aquel día, ya le habían arrestado cinco veces más por incidentes violentos; volvió a ser detenido un año después por agredir a dos marroquíes.
Según algunos medios, Ayala, vinculado a las organizaciones neonazis Juventudes de Canillejas y Combat España, llegó a pasar por prisión en 2010. Tuvo también una incursión en política en las listas de la Falange. En internet hay muchos ejemplos de su afición al boxeo, que dejan claro que no oculta su ideología neonazi: lleva tatuado un símbolo nazi en el pecho junto a dos pistolas y la palabra “Skinheads”.
Derecho de manifestación
Manifestarse por las calles es uno de los derechos constitucionales mejor protegidos, que en teoría solo cabe constreñir por razones imperiosas de orden público. La interpretación de la autoridad administrativa en estos casos es variable, no obstante. En Madrid ha sido habitual en años pasados, por ejemplo, impedir que asociaciones de ateos se manifestasen en Jueves Santo. En esta ocasión, además de que el lema no invitaba a pensar automáticamente en la homofobia o el racismo, la delegada del Gobierno señaló que concentraciones previas del mismo colectivo nunca habían reunido más de 50 personas y se habían saldado sin incidentes. Más Madrid e IU han pedido que dimita.