Madrid vive un repunte de las agresiones contra el colectivo LGTB. Lejos de disminuir, los ataques son cada vez más frecuentes y su número aumenta respecto a años anteriores. Este mismo fin de semana, dos agresiones homófobas en 24 horas dejaron tres heridos. En total suman 61 ataques en lo que va de año. El Ayuntamiento intenta luchar contra esta lacra con una batería de medidas pactada con el PSOE, con una unidad específica de la policía municipal e instruyendo a los agentes sobre cómo tratar con la comunidad LGTB.
El Pleno del Ayuntamiento va a aprobar este miércoles una proposición presentada de forma conjunta por el concejal delegado de Seguridad, Javier Barbero, y el edil del PSOE Ignacio de Benito. El texto reconoce que las últimas agresiones ponen de manifiesto que las personas LGTB “no están seguras en las calles, plazas, locales de ocio, medios de transporte y otros tantos lugares más de la capital”.
Así, entre las medidas que este miércoles va a aprobar el Consistorio está la elaboración de un estudio diagnóstico en el marco de un Plan Integral contra los Delitos de Odio, en colaboración con los colectivos LGTB que operan en la ciudad. Además, se quiere impulsar y fortalecer este tipo de asociaciones, “protagonistas clave” en esta lucha.
Se prevé también la creación de puntos de encuentro de esta comunidad para afianzar las relaciones del Ayuntamiento con las asociaciones, promocionar una política social sensible con la diversidad familiar, poner en marcha campañas informativas y preventivas sobre las agresiones y garantizar la atención integral a las víctimas.
Cursos a la policía municipal
En uno de sus puntos, el documento también contempla que se promueva el conocimiento y el compromiso de la lucha contra la fobia hacia el colectivo LGTB entre el personal de la administración, especialmente entre los cuerpos policiales, a través de cursos de formación. Este es otro de los frentes en los que el Ayuntamiento está trabajando para luchar contra el repunte de las agresiones.
Desde hace unas semanas, una asociación LGTB, Arcópoli, imparte cursos a la policía municipal. El vocal de delitos de odio de esta asociación, Rubén López, explica que en los cursos se exponen los miedos del colectivo, las razones por las que no se denuncia o cómo tratar con personas transexuales -el colectivo que menos confía en la policía, apunta-.
Además, se instruye a los agentes para que animen a las víctimas a denunciar y a diferenciar este tipo de delitos, que afectan a la dignidad de las personas, del resto. Rubén López pone el foco en la importancia de que la policía se acerque al colectivo para que este pierda el miedo a relacionarse con los agentes y a denunciar. Para ello, han invitado a la policía municipal a que participe en el próximo desfile del orgullo gay.
David Martín es el director de la unidad de delitos de odio de la policía municipal, a través de la que se canalizan estos cursos, que incluyen un espectro más amplio que las agresiones contra la comunidad LGTB. Destaca el elevado número de solicitudes que se han recibido para realizarlos: 400 voluntarios para 30 plazas en su primera edición. Ya se está preparando la segunda y la idea es que la iniciativa se mantenga durante los próximos años.
Martín evita hablar de un repunte de las agresiones, porque asegura que no tiene datos para compararlo con años anteriores, dado que los datos de Arcópoli solo recogen las agresiones, no las denuncias. Añade que “con que haya uno ya son muchos”, porque la sociedad no puede tolerar que se agreda a alguien por ser diferente, y destaca el trabajo de esta asociación Arcópoli a la hora de visibilizar el problema.
Enfrentamiento con la delegación de Gobierno
La unidad que dirige David Martín es de reciente creación. El nuevo Plan Director de la Policía Municipal veía la luz a finales de marzo con un especial compromiso en la lucha contra los delitos de odio, que incluía un refuerzo especial para combatirlos creando una oficina específica. De forma paralela se ha creado también una Unidad de Gestión de la Diversidad.
David Martín explica que el objetivo es “dar una respuesta cualificada” más allá de la mera recepción de la denuncia, entendiendo que la sociedad madrileña no es “homogénea”. “Se trata de dar respuesta a las necesidades de los colectivos que están en una situación de riesgo de ser víctimas de este tipo de delitos”, añade.
La creación de la unidad de delitos de odio ha supuesto un enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Madrid y la delegada del Gobierno en la capital, Concepción Dancausa. Poco después de que se aprobase el plan director, Dancausa criticó la inclusión de esa unidad por no ser competencia de la policía municipal.
La respuesta pública a Dancausa se la ha dado este martes la portavoz del PSOE, Purificación Causapié. En una intervención en el pleno del Ayuntamiento, la concejal, con la que Carmena mantiene una muy buena relación, ha reprochado a Dancausa que su única reacción frente a los ataques a la comunidad LGTB sea hablar de competencias.
Un repunte de las agresiones
Madrid sufre desde comienzos de año un aumento de las agresiones contra el colectivo LGTBI. La delegada del Gobierno lo admitió en febrero, y como solución hizo un llamamiento a que los agredidos denunciasen. Desde entonces se han ido sucediendo los ataques, sin que la mera amenaza de la denuncia haya frenado a los agresores.
Según los datos de Arcópoli, en la capital hay una agresión homófoba o transfóbica cada dos días. Se dan sobre todo en zonas como la plaza de Colón, Gran Vía o Cibeles. Las homófobas se concentran sobre todo los fines de semana. Las transfóbicas, cualquier día de la semana.
Es cierto que hay un problema con las denuncias, porque tan solo un 20% de las víctimas acudieron a la policía para relatar la agresión que habían sufrido. Las asociaciones creen que es por vergüenza, miedo y desconfianza hacia los agentes. Es en este campo donde el Ayuntamiento quiere hacer especial hincapié con la formación de los agentes.
El objetivo es evitar casos como el ocurrido este fin de semana: dos agresiones en menos de 24 horas, que dejaron a tres personas heridas. Dos jóvenes fueron agredidos el viernes cuando volvían de fiesta, y uno de ellos acabó con la nariz rota. La segunda el viernes, de la que apenas hay datos porque la víctima no ha querido denunciar.